Hola mis amados:
Todos tenemos habilidades en algo, el Señor nos ha dotado de dones y talentos que con la práctica dominamos, pero El espera que a medida que crezcamos en fe también seamos dependientes de Él, que confiemos, esperemos y nos dejemos guiar por Su Espíritu a lo que ha determinado, nuestra comunión e intimidad que hemos experimentado nos han alimentado para poner en practica la fe y ver los resultados de creer en ese Dios maravilloso que nos ama más que nadie en el mundo y desea lo mejor para nosotros.
HABILIDAD
Hace unos días estaba en mi carro, haciendo diligencias del cotidiano vivir.
Con el tranque vehicular que se ve en muchas ciudades capitales, no está de más el estrés y el poner en práctica la habilidad al volante para así esquivar lo que podría ser un accidente. Fue eso precisamente lo que me sucedió, tuve que esquivar a otro carro que se cruzó en mi vía y fue allí donde realice la diferencia en mi reacción de hoy y mi reacción de hace diez años. Wow, aún en mi manera de manejar veo la diferencia de mi reacción y habilidad. Pero luego vino a mí la analogía de que es precisamente igual en nuestra vida espiritual.
Cuando somos jóvenes espiritualmente, y estamos conociendo a Dios, aprendiendo a vivir como cristianos, nuestra habilidad espiritual está aún bastante limitada o nuestras reacciones aún son impulsivas e inmaduras. Sin embargo, a medida que crecemos aprendemos a esquivar lo que podría ser un accidente fatal, pensamos nuestras acciones, dependemos no de nuestras propias habilidades sino en las de Dios a través de nosotros, nuestros reflejos están fundamentados en lo que tenemos por dentro, en el lugar que Dios tiene en nuestro ser, porque a la final, nuestras acciones son el reflejo de nuestro interior.
Así que, a como nuestra habilidad para manejar un carro mejora de acuerdo a los años de práctica, de esta misma manera deberíamos ver nuestra habilidad espiritual, mientras más práctica tengamos, más impacto podremos tener en los que nos rodean y en nosotros mismos. ¡Qué Dios sea glorificado con nuestro diario andar!
Iniciativa y perseverancia hacen la diferencia. ¡No te rindas, termina la carrera y clama tu premio!
Rebecca Contreras
Encomienda al Señor tu camino; confía en El, y El actuará. Salmo 37:5
He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe. 2 Timoteo 4:7
Por tanto, nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor. 2 Corintios 3:18
EL PAPELITO
Un maestro al despedirse de su discípulo, luego de haberle enseñado todo lo que necesitaba para defenderse en la vida, le dijo:
- "Mi amado discípulo, ya te he enseñado todo lo necesario para salir triunfante en ésta vida, sin embargo me falta darte este último regalo (entregándole un trocito de papel doblado), y añadió:
Cuando estés en los momentos más tristes de tu vida: Lee el papelito.
Cuando te encuentres en problemas y sientas que no puedes más: Lee el papelito.
Cuando te sientas incomprendido y muy solo: Lee el papelito.
Cuando te sientas la persona más feliz de ésta tierra, y que nada te falta: Lee el papelito.
Cuando te encuentres en los momentos más angustiantes de tu vida: Lee el papelito.
Entonces luego de escuchar al maestro, el discípulo leyó el papelito y decía:
- "Solo el amor de Dios es eterno, nada más puede perdurar para siempre"
Uno de los principales problemas que tenemos los seres humanos, es que le damos dimensiones de eternidad a los problemas, y creemos que estarán con nosotros siempre. Cuando tengas un problema muy serio, debes recordar y te tienes que convencer de que eso va a pasar, y que si hay algo que perdura para siempre es el amor de Dios, aunque hay situaciones muy duras y tristes para todos, debes saber que esas cosas van a pasar, y que la vida debe continuar como lo ha hecho desde la creación del mundo y como seguirá hasta que se termine.
Autor Desconocido
Es verdad lo que nosotros como seres humanos nos sucede con los problemas, le damos un valor de eternidad y no es así, esto pasa porque somos débiles, impotentes y necesitamos de la ayuda de nuestro buen Jesús, solo Su amor es eterno y esto nos debe bastar, si El está con nosotros, quien contra nosotros?, por eso descansemos en Sus brazos cuando ya no podamos más y refugiándonos en Su tierno amor encontraremos las fuerzas que necesitamos.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA