Hola mis amados:
La vida es una enseñanza para cada uno de nosotros, en cada situación hay algo por aprender y con los años es que vamos adquiriendo experiencia y sabiduría que permiten que con madurez vayamos afrontando las adversidades, pero todo esto también se puede lograr con fe, es importante tenerla y vivir convencidos de que tenemos un Dios poderoso que nos ama y nos ayuda en todo.
SI PUDIERAS
Si pudieras ver más allá de lo que miran tus ojos
Comprender que tus meses son peldaños
Los días, eslabones de las horas
Y tus años la suma de pensamientos y emociones
Si pudieras darte cuenta de las realidades encontradas
Regalarle sonrisas a la ausencia
Lograr que tus lágrimas sean fecundas
Y tus noches luminarias del sendero
Si pudieras soltar lo que en apariencia te sostiene
Despedirte de las cosas que nunca llegaron
Pensar en libertades, no en barreras
Y tratar de vislumbrar un nuevo horizonte
Si pudieras abrazar el desencanto
Celebrar la divergencia
Reír en la tormenta
Y jugar de vez en cuando
Si pudieras recostarte en la hierba
Disfrutar el milagro de la naturaleza
Desarrollar un renovado amor por el ser humano
Y permitir que tu alma siga buscando al Creador
La agitación daría pasó al sosiego
Las desilusiones migrarían hacia el olvido
Las pérdidas serían inversiones a futuro
Y la depresión caería presa de la esperanza
“Te aseguro que si tuvieras fe… ¡nada te sería imposible”*
FACIL
Esto es poca cosa para el Señor, que además entregará a Moab en manos de ustedes." 2 reyes 3:17 (NVI)
Los tres reyes salían juntos a la guerra. Era una alianza poderosa
para enfrentar a un enemigo más poderoso. Los reyes de Judá Israel y Edom sabían que solos serian derrotados por el poderoso ejército de Moab. Por eso salen juntos a la guerra. Siempre hay preocupación y miedo al salir a la guerra. Nadie sabe si va a volver. Da miedola incertidumbre.
El ejército avanzaba a través de parajes desiertos. Y después de
siete días, se encuentran sin agua. Hacía calor y la sed se convirtió en un martirio. Para los solados, para el ganado, para los caballos el agua se convirtió en una obsesión. Y faltaba. En ese momento crítico, llegan al encuentro del enemigo. El poderoso ejército de Moab estaba enfrente. Y ahora el problema se agravaba potencialmente.
Frente la batalla, y adentro la sed. Eran demasiados problemas sin solución.
Entonces aparece el profeta Eliseo y les dice a los tres reyes que
ordenen a sus soldados cavar muchos pozos. Dios iba a llenarlos de agua para satisfacer a todos. Incluso, iba a darles una resonante y absoluta victoria sobre el enemigo tan temido. Lo que para ellos era imposible de hacer o solucionar, para Dios era poca cosa. ¿Cómo se consigue agua en el desierto? ¿Cómo se vence el miedo? ¿Cómo se supera la angustia? Para Dios es poca cosa.
Hoy no tenemos una espada en la mano, ni padecemos sed. Podemos conseguir una botella de cola cola en cualquier esquina, y nadie nos amenaza de muerte. Sin embargo tenemos otros problemas, que para nosotros son tan apremiantes y terribles como eran la sed y los moabitas para los israelitas. Problemas que nos quitan la paz, el sueño y la tranquilidad. Problemas que socavan nuestra esperanza e inquietan nuestro futuro. Problemas que nos tiñen de tristeza y desolación.
Dios sigue siendo el mismo. ¡Gracias a Dios que Dios no cambia! Y hoy vuelve a decir, con Su voz poderosa y eterna: Esto para mi es poca cosa. No es que Dios menosprecia o se ríe de nuestros problemas. Pero los pone en Su óptica. Para el ser más poderoso del universo, tu problema y el mío no son un problema. En Su absoluta potencia, Dios tiene la posibilidad de solucionar tu inconveniente. Confía en Dios.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA