Hola mis amados:
La familia es lo más hermoso que podemos tener y es lo que marca la sociedad en una ciudad o nación, de acuerdo como se viva en ella los que habitan lo reflejan, ya sea para bien o para mal, por eso los cimientos de la familia deben ser el amor, la comprensión, la ayuda y la armonía, que estos factores no falten y sean las columnas para que todo marche bien.
LA FAMILIA DE FE Y NUESTRO MANDATO
DaRonn Washington
Si me preguntaras, como pastor de una iglesia, cuáles son los deseos más grandes que tengo para mi iglesia, yo diría sin duda que la primera área sería que cada miembro tenga una fe firme. El reflejo de un creyente que entiende lo que la Biblia requiere de él, es un creyente que tiene una fe firme. La otra área que me gustaría que tengan los miembros de mi iglesia, es una comprensión de la importancia de la familia de la iglesia. Sin fe es imposible agradar a Dios, pero sin nuestra familia es imposible estar firme en Dios. Con estos dos propósitos en mente, durante las siguientes semanas estaremos desarrollando el tema de la fe y la familia en la iglesia. Cada semana vamos a explorar el tema de la fe. El propósito es fortalecer nuestra fe como una familia. El plan de Dios siempre ha sido crear una familia de fe
Cuando estudiamos la Biblia, vemos desde un principio que el plan de Dios fue formar una familia de fe.
• Génesis 1:28. El pacto de familia con Adán.- “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”.
En Génesis 1:28 vemos que justo después de que Dios creó a Adán y Eva, Él los bendijo. Es interesante que cuando Él los bendijo, les dio la instrucción de procrear y llenar la tierra. Dios deseaba bendecir al hombre, pero a través del contexto de una familia.
• Génesis 17:4-6. El pacto de familia con Abraham.- “He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes. Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti”.
Al leer Génesis 17-6 vemos ese importante pacto que Dios estableció con el hombre en el Antiguo Testamento. Dios se compromete a bendecir al hombre siempre y cuando él recuerde que el propósito es “bendecir a todas las familias de la tierra”. Esto nos muestra que desde el mismo principio su plan ha sido bendecirnos, pero va más allá. Él quiere una familia grande con gente de toda la tierra en esta familia, de manera que ellos también sean bendecidos.
1ra. Corintios 12:12-27. La familia del cuerpo de Cristo.- “Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular”.
El plan de Dios como se lee en 1ra. Corintios 12:12-27 es formar una familia de miembros individuales cuyas vidas se interrelacionan cuando buscan conocer a Dios y hacen Su voluntad.
La manera que Dios tiene para bendecir a la gente en la tierra es invitándoles a que sean aparte de Su familia
La manera elegida en que el Padre desea bendecir a la gente en la tierra es invitándoles a ser parte de Su familia. Este proceso se llama salvación. Una vez que una persona entrega su vida a Dios, debe tomar lugar el proceso natural de entrar en la familia de Dios.
1) Cuando todavía no son salvos, son presentados a la comunidad por otro creyente.
2) El proceso de conversión toma lugar y ellos se convierten en parte de la familia de Dios.
3) Se produce la aceptación cuando la familia de Dios les ayuda a conectarse con la comunidad local y viven la vida de fe.
Las limitaciones de la vida cristiana
Para ayudarte a entender mejor este concepto, debemos definir a qué me refiero cuando señalo: “la familia de Dios”.
“La familia de Dios es un grupo de personas que han experimentado el poder de transformación del Señor Jesucristo, y como resultado se han comprometido a explorar y a vivir juntos la vida de fe.”
• La vida cristiana nunca fue hecha para caminar en soledad. Cuando estudiamos la Biblia, vemos que casi todas las promesas en el Nuevo Testamento son promesas hechas desde un contexto de grupo. Fueron promesas dadas a un grupo local de creyentes, no a individuos. Dios quiso que recibiéramos las promesas en el contexto de la comunidad.
• No puedes amar verdaderamente a Dios, o tener una relación floreciente con Él, sin hacerlo desde el contexto de la familia de Dios. Así como la mayor parte de la Biblia se enfoca en buscar a Dios como una familia, así es el proceso de conocer a Dios. Dios nos ha limitado en nuestra relación con Él al punto que nunca le podemos conocer verdaderamente a menos que lo hagamos a través del contexto de una comunidad.
• Dios no te permitirá crecer en tu fe en la medida que la Biblia muestra que es posible, sin hacerlo desde el contexto de familia. Si no entiendes la importancia de la familia de fe y continúas permaneciendo conectado con ella, siempre lucharás en tu camino de fe. Dios no te permitirá vivir solo en las promesas abundantes de Dios solamente.
Dios nunca quiso que la familia de Cristo sea un grupo de individuos que se reúnen una vez a la semana y se desconectan toda la semana. Lo que Él deseaba era tener un grupo de individuos cuyas vidas se interrelacionan mientras buscan agradar a Dios.
El mandado de la familia de fe
En la medida de lo que puedo decir del estudio Bíblico, existen básicamente dos mandatos que el Padre nos da en referencia a la comunidad. Los dos pueden ser encontrarse en Hechos 2:42-47.
“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”.
• Lo primero es el mandado para multiplicar la familia de Dios. Dios desea formar una comunidad. Con eso en mente, cada miembro de la comunidad es instruido para traer más gente a la comunidad donde pueda encontrar a Dios.
• Lo segundo es el mandato para “establecer” la comunidad de Dios. Una vez más, el Padre nunca quiso que nos conectáramos los domingos y que nos desconectáramos el resto de la semana. Él quiso que nosotros estuviéramos constantemente conectados uno con otro en el transcurso de la semana “viviendo la vida juntos”.
• Estableciendo la enseñanza de los apóstoles. En los tiempos de comunión siempre hubo momentos en los cuales los creyentes aprendieron cómo vivir la vida de fe. El mandado era que juntos ellos aprenderían de los discípulos cómo vivir la vida de fe.
La familia de Dios es lo que más satisface al cuerpo de Cristo, porque allí nos edificamos, nos conocemos más cada día y podemos ayudarnos, apoyarnos, asistirnos en cualquier necesidad, gracias le damos a Jesús que por Su sacrificio nos hizo hijos de Dios y podemos estar en esa linda familia.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
Tema anterior
Primer 