La vida es un regalo precioso para ser valorado, vivido y explorado. Junto con el regalo de la vida, contamos con herramientas para crecer y tener éxito.
También tenemos fortaleza para perseverar en tiempos de reto. Una fuente de energía inagotable mora en nosotros. En nuestros corazones yacen el valor y la templanza para mantener el compromiso de seguir adelante.
Se nos ha dado la sabiduría y la comprensión necesarias para tomar decisiones cabales. La luz de Dios ilumina nuestros caminos, ayudándonos a superar todo aquello que pueda impedir nuestro objetivo. Y se nos ha dado amor para compartir según cultivamos las múltiples bendiciones de la vida. Somos vida. ¡Somos regalos al mundo!
Y el que quiera, que tome gratuitamente del agua de la vida.—Apocalipsis 22:17