Hola mis amados:
Interesante reflexión la que a continuación vas a leer, porque nos hace conscientes de que no debemos decir los demás, es muy despectiva esta frase porque necesitamos de las personas siempre, no somos islas sino una sociedad donde nos ayudamos unos a otros, es la misión que nos ha sido encomendada, llevar las Buenas Nuevas de Salvación y el amor es el principal elemento, ya que Dios es amor, lo debemos manifestar siempre, abrazando, sonriendo, ayudando y aportando a quienes necesiten de lo que conocemos o poseemos.
LOS DEMAS
De tanto decirlo, lo hemos creído?
Entonces... descreámoslo ya!
Nos referimos a la expresión "los demás".
Dejémosla para cuando deseemos ferviente y absurdamente arruinarnos la vida; porque "los demás" significa lo mismo que cuando uno ve algo que sobra: decimos "está de más".
Y los demás no están de más!
Esa expresión podría utilizarla un ego desdeñoso que se ha subido al trono de su propia soberbia, o bien alguien a quien "los demás" le han lastimado, y decidió a-islarse.
Pero no hay caso... el a-islarse es ilusorio, pues no somos islas: somos continentes. Somos continentes porque contenemos dentro nuestro la Vida misma, una Vida que necesita descubrir de qué está hecha.
Y para ello le hará falta algo indispensable: los demás.
Necesitamos de los demás porque cada uno de nosotros es como un instrumento de cuerdas: los demás, con sus dedos invisibles, van tocando éstas o aquéllas.
Así, algunos sacan de nosotros canciones infantiles, otros melancólicas, torpes o enojosas...
Pero muchos de ellos saben tañir en nuestras cuerdas melodías que nunca habríamos imaginado albergar: las despiertan, y nos volvemos palpitantes cajas de música.
A su vez, los otros también necesitan de nuestros dedos invisibles para que descubramos qué notas guardan íntimamente.
Sólo así podemos aprender todos de todos.
Apartarse de los demás es como decidir ser un arpa muda: qué desperdicio! .
Empecemos por algo práctico:
¿Ves eso que cuelga debajo de tus hombros, a los costados de tu torso?
Sí, eso que llamamos "brazos".
Aislarse es actuar como si sólo se hubiesen hecho para portar un par de manos.
NO!!!
Nos fueron dados para algo tanto o más importante:
ABRAZAR.
Abrazar con ternura, con amistad, con pasión y con compasión, con necesidad de consuelo, con algarabía, con desesperación, con despedida y con bienvenida... abrazar.
Quien no abraza padece hambre de contacto.
(Quizás haya en el mundo más sufrientes de este hambre que de la otra...)
Entonces... hoy, mañana, cada día: abrazar al otro sin pudores.
Sorprenderlo con el abrazo.
Refugiarnos por un instante el uno en el otro.
Hacer circular por el mundo un abrazo replicado, que se repita como un eco en cada casa, en cada ciudad, en cada país...
Hagamos de ello una costumbre gentil y lúcida, para recordar que los demás... no están de más.
Nunca lo estuvieron.
Así nos lo dice el querido Mario Benedetti:
"...En alguna rara ocasión
mi soledad se llena de prójimas
y mis brazos abrazan y abrasan.
Mi memoria viaja de noche en noche;
mis jardines, de amanecer en amanecer.
De todos los puentes cruzo el más frágil:
el que une tu desolación con mi consuelo,
y mi consuelo con tu desolación.
Acaricio los pinos
antes de que en el próximo vendaval
besen el suelo.
Aleluya.
Cuando encuentre la verdad
aún estaré a tiempo
para llevar a mi infancia conmigo
y clavarla luego como un afiche
en la pared de la cocina.
Nos vamos para volver;
volvemos para irnos de nuevo.
El tiempo es un viaje de escalas infinitas
donde aprendemos y enseñamos algo."
Virginia Gawel & Eduardo Sosa ã
QUE PASA CUANDO NOS ALEJAMOS DE DIOS?
"Y le dirán: "Por cuanto abandonaron al Señor, Su Dios, que había sacado a sus padres de la tierra de Egipto, y echaron mano a dioses ajenos, los adoraron y los sirvieron; por eso ha traído el Señor sobre ellos todo este mal" (1 Reyes 9:9)
Salomón construyo un gran templo para Dios, uso obreros extranjeros en abundancia e israelitas para obras más dignas. Dios le advierte que si obedecía, su reino permanecía, caso contrario, vendría la destrucción.
Seamos honestos, Dios es amor y también "Fuego consumidor". El Señor fue bondadoso con Salomón, en su gobierno hubo paz y le permitió edificar una casa para Dios. Sin embargo, el Señor mismo tuvo que advertirle y condicionar Su bendición si Salomón y su pueblo si lo abandonaban.
Dios cumple Su promesa, si es que usted cumple la suya. Si usted obedece la Biblia y busca al Señor, habrá bendición en su vida. Pero si usted adora un ídolo, o pone la prioridad en una persona o cosa, entonces, Dios pasa a un plano inferior y eso es pecado. Por esta razón, el Señor tiene que corregir su vida.
El problema del sufrimiento, del desempleo, de la corrupción, de la inflación, de malos gobiernos y caos en nuestra América Latina no está en Dios, Él no tiene la culpa, sino nosotros que buscamos al horóscopo, la lotería, a los adivinos y a los ídolos como la solución a nuestros males, en vez de adorar solo al Señor, Creador de todas las cosas.
Es hora de arrepentirnos, de confesar nuestro pecado e idolatría y adorar al Señor, quien dio Su vida en una cruz para perdonar nuestros pecados. Esto no es una simple formula religiosa, una catarsis, sino una genuina manera de buscar a Dios de corazón.
Así como Salomón se preocupó a más de edificar, de adorar a Dios, haga usted lo mismo, tenga devoción diaria y obedezca su Palabra. Ore, hable con Su Padre Celestial, acérquese a Él, y alábelo porque Él es digno de alabanza, porque nunca le abandona.
REFLEXION: Hoy es el día para buscar y adorar solamente a Dios.
Autor desconocido
Abandonar todo lo que nos puede alejar del Señor es la prioridad, porque si la confianza nuestra está depositada en Jesús, todo saldrá bien porque nuestro Padre Celestial ve que le obedecemos, que le buscamos, le alabamos y seguimos el Camino que el Salvador nos ha trazado, Dios cumple Su promesa si nosotros le retribuimos haciendo lo que nos ha encomendado, por eso no permitamos que nada nos separe de Él porque si pasa, porque apartados de El nada podemos hacer, nos conviene más estar unidos a Cristo por Su Espíritu que lejos de Él y en maldad.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11
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