1256 Junto a los pájaros, serpiente activa, sin veneno en tus blandos ademanes; toda mía, vivaz, provocativa, en sol o niebla entre los tulipanes.
Trasplántame el paisaje en que te mueves, que debo caminar sobre tus pasos; mis pies han de acoplarse a tus pisadas, mi ritmo ha de bailar en tu arbolado. Me desciño de todo, mis rodillas no saben ya de cultos milenarios, ni saben de temblores, sólo saben de abrazos; mis rodillas, paréntesis adscritos a tus hombros sesgados, a tus caderas lúbricas, tu piel desnuda, tu alarido manso. Y te ciñes de mi, tu vestimenta, rezumante de amor, de olor, de tacto, ni disfraz ni uniforme, sólo yo misma, en trémulo arrebato. Trasplántame a tu mundo, a tus caminos, ritos y poblados, que el alma se me extingue de tantas acrobacias y naufragios, de tanta soledad y desaciertos, de tantos sobresaltos. Trasplántame a tu mundo, o repuebla de tu ámbito mi espacio.