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General: LA PALABRA DIARIA MES DE OCTUBRE
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De: TATIS-7 (Mensaje original) |
Enviado: 02/10/2015 03:57 |
Soy uno con el amor de Cristo. En Su amor pertenezco.
Por momentos, puede que dedique mucha energía tratando de encontrar amor. Tal vez desee que mis amigos me digan que les importo, que me hagan sentir valorado y que pertenezco. Mas eso es una tarea difícil, ya que los demás están en sus propios senderos hacia la sanación.
Acudo a Dios y encuentro completitud. Dejo ir cualquier expectativa acerca de personas, lugares y situaciones. Abro mi corazón al Cristo en mí y disfruto del amor más satisfaciente que existe. Sustento mis relaciones personales mediante la oración y la meditación. Afirmo: Soy uno con el amor de Cristo. En su amor pertenezco. Acudo a mi interior para la satisfacción de cada una de mis necesidades. Cuento con la guía divina. Soy pleno y amado.
Y como lluvia dejó caer sobre ellos el maná; ¡les dio a comer el trigo de los cielos!—Salmo 78:24 |
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De: TATIS-7 |
Enviado: 02/10/2015 16:09 |
Justo donde estoy, está Dios.
A veces, siento que personas o situaciones no llenan mis expectativas. Puedo experimentar decepción, desaliento o enfado. Tal vez mi primera reacción sea culpar a alguien. Puedo hasta tratar de forzar un resultado o evadir el asunto. En momentos como estos, respiro profundamente y acudo a mi interior. Dejo ir la tensión, el temor y los juicios para realinearme con el Espíritu divino.
En oración, determino soltar todo aquello que me incomoda. Me doy cuenta de lo que me inquieta y se lo entrego a Dios. No tengo que saber cómo o cuándo el asunto será resuelto, confío en el tiempo y lugar perfectos de Dios. Afirmo paciencia y fe —sabiendo que soy bendecido más allá de mi comprensión actual.
Confía en el Señor de todo corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus sendas.—Proverbios 3:5-6 |
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De: TATIS-7 |
Enviado: 04/10/2015 18:18 |
El don espiritual del gozo es como una vela que arde eternamente en mi corazón. Así como cada amanecer ilumina la tierra con tonos cálidos, el gozo me ilumina de adentro hacia afuera.
Los paisajes, sonidos y personas a mi alrededor fomentan mi conciencia de alegría: mi canción favorita, la belleza de la naturaleza, un niño que baila, el cálido abrazo de un ser querido. Todo lo que Dios ha creado enciende una chispa jubilosa en mí.
Si me siento abatido, medito acerca del gozo. En momentos de reflexión, la alegría en mi corazón aumenta. Siento que su calidez fluye por todo mi ser. No puedo menos que sonreír a medida que el gozo resplandece en mí. Dios está presente en mi júbilo y siento gratitud.
Estas cosas les he hablado, para que mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea completo.—Juan 15:11 |
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De: TATIS-7 |
Enviado: 27/10/2015 04:01 |
Los cambios me brindan oportunidades para crecer y progresar.
El otoño me maravilla. En un abrir y cerrar de ojos, los árboles se visten de matices dorados y rojizos, haciendo que los paisajes titilen con colores brillantes. A veces, de manera similar, cambios hermosos aparecen en mi vida. Otras, encuentro que el cambio es menos que atractivo. Mas tengo fe. Acepto cada transición como una oportunidad de aprender y crecer espiritualmente.
En toda etapa de mi vida me dirijo a Dios por guía. Dejo ir cualquier resistencia o temor basados en experiencias pasadas. Al mantener mi atención centrada en la sabiduría divina, encuentro las respuestas que busco. Acepto el cambio con gracia y doy la bienvenida a toda nueva experiencia —confío en que cada una de ellas es parte del plan divino para mí.
Miren cómo se cumplió todo lo que antes anuncié, y ahora voy a anunciar cosas nuevas.—Isaías 42:9 |
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De: TATIS-7 |
Enviado: 31/10/2015 05:24 |
El amor divino me mantiene seguro y protegido.
Dondequiera que voy, en cada situación, estoy consciente del amor divino. Dicho amor me sostiene y es mi fuente y mi apoyo. Pienso en la manera como los árboles dejan caer sus hojas sin esfuerzo ante la brisa otoñal, y dejo ir las preocupaciones para descansar en el amor de Dios.
Si una ráfaga de viento me sacude, decididamente dejo ir consciente de la protección divina. El temor y la preocupación no tienen lugar en mi vida. Soy libre para encontrar paz y fortaleza. Sé que estoy a salvo.
El amor de Dios, mi Creador, se mueve en cada fibra de mi ser. Tengo todo lo que necesito para apoyar mi alma en su viaje por la vida y en su desarrollo espiritual. Uno con el amor divino, estoy a salvo y seguro. Estoy protegido.
Miren cuánto nos ama Dios el Padre, que se nos puede llamar hijos de Dios, y lo somos.—1 Juan 3:1 |
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