Esto que os voy a contar sucedio hace aproximadamente unos 5 años. Estabamos en la casita de campo de un amigo, Eramos 8 personas. Sonia propuso realizar exorcismo, un libro abierto con una cinta roja y unas tijeras.
Lo unico que teniamos que intentar era no soltar las tijeras y que el libro no se cerrara porque dicen que los espiritus se quedan atrapados.
Yo soy muy chula, y me ofrecí junto a ella a coger la otra parte de las tijeras. Al principio todo cachondeo, risas de fondo de nuestros amigos. El juego empieza y algo extraño sucede. Se apagaron las luces y desde atrás, una figura que está reposada en un mueble, aparece una luz roja flotante que cruza la habitación y pasa por delante de nosotras. Volvió la luz y nuestros cabellos estaban completamente erizados (en punta). Soltamos el libro y todo quedó ahi. Un susto.
Dos semanas después comenzaron a caer, Primero fue Isabel, una de mis amigas decía que una mujer mayor la habia empujado desde las escaleras mecánicas de un conocido supermercado provincial (mi amiga se rompió la pierna).
Al día siguiente a un amigo le pasó lo mismo en su casa, una mujer mayor lo empujó cuando le arreglaba la bombilla del cuarto de baño a su madre. (se rompió el brazo y se llevó una brecha en la cabeza).
Entonces nos reunimos todos y decidimos contárselo a una profesora de literatura que alguna vez nos recordaba de la peligrosidad de estas historias.
Nos dijo que compráramos velas y que las pusiéramos en el lugar donde comenzó todo, que volviéramos a realizar "el juego" y que esta vez lo termináramos, devolviendo a "alguien" donde debería estar.
Así lo hicimos. Y pasó todo.
Todavía se me ponen los pelos de punta cuando cuento esto, porque éramos unos jóvenes de 16 años con ganas de pasarlo bien, pero yo he llegado a una conclusión.