Hola mis amados:
Fuimos creados para proclamar las alabanzas del Señor, entonces eso debe ser algo que predomine en nuestra existencia, que nuestra boca se llene de lo que el Señor desea escuchar y que para este fin estamos en este mundo, acá nos dan las pautas para que esta se lleve a cabo en la forma indicada porque Dios es el Único que la merece al ser Santo y Perfecto, por ende que cuando la elevemos ante Su trono sea con un olor fragante del cual Él se sienta complacido.
ASPECTOS DE LA ALABANZA
El que sacrifica alabanza me honrará. (Salmo 50:23)
¿Qué significa alabar a Dios? Según la Biblia, la alabanza incluye tres cosas:
1. Citar los atributos de Dios. Una buena razón para estudiar el Antiguo Testamento es que muestra el carácter santo de Dios, capacitándonos para alabarlo mejor.
2. Citar las obras de Dios. Los salmos están llenos de menciones de las grandes cosas que Dios ha hecho. Él dividió el Mar Rojo, sacó a su pueblo de Egipto, hizo brotar agua de una roca, alimentó a Israel en el desierto con maná del cielo y realizó muchos otros milagros espectaculares. Cuando usted alaba a Dios por todo lo que ha hecho, sus problemas palidecen en comparación con eso. El recordar lo que Dios ha hecho en el pasado lo glorifica y fortalece nuestra fe.
3. Dar gracias por los atributos y las obras de Dios. En el corazón de la alabanza está la acción de gracias. La alabanza a Dios lo glorifica. Suceda lo que suceda en nuestra vida, debemos darle gracias por todos sus atributos y todas sus obras misericordiosas.
YO LO SÉ
Yo sé que el dolor te hunde, que ese peso quita el equilibrio. Lo he sentido muchas veces así, como estrujado en las paredes del alma, como enfundando la fe, como paralizándonos la vida. Yo sé que seca raíces, oscurece espacios, debilita el deseo, nos saca el alma de la vida, yo lo sé.
Pero siempre se sobrevive, porque la vida tiene mucha fuerza, porque tú tienes grandes resortes para andar de nuevo, porque Dios ayuda, porque las lágrimas se secan, porque el tiempo cicatriza, porque la gracia trabaja, porque el hombre está configurado y capacitado para reconstruirse, levantarse y resurgir.
Porque los acontecimientos se suceden con gran velocidad, y nos van envolviendo, nos van sorprendiendo, nos van rompiendo el manto de la negrura. Porque Dios siempre compensa, y nos deja caer un poquito de luz por donde podemos empezar de nuevo. Porque poco a poco empezarás a tener otros razonamientos, otros motivos, otras metas, y la vida pasará ante ti, con nuevas oportunidades, nuevos asombros y nuevas sorpresas.
Sal de tu abismo, que a veces la felicidad es una capacidad personal. La cortamos a nuestra medida y tiene el ancho de nuestro espacio interior y la talla de nuestro espíritu. Cada uno le da forma de su personalidad y a sus valores. Muchas veces la felicidad que procuramos es la que tenemos. Hasta que te des cuenta del espacio inmenso de felicidad que tienes a tu lado sin llenar, no aprenderás a valorarla.
Y hasta que no la valores, no te nacerán las alas, y hasta que no te nazcan, no aprenderás a volar, no te tropezarás con Dios. Cuando te encuentres con Él, se llenarán tus alas, se te iluminará la sonrisa y bajarás a la tierra con verdaderos deseos de ser feliz.
Zenaida Bacardi de Argasmasilla
Tomado de su libro: Ramillete de Estrellas
Todos hemos pasado por el sufrimiento en diversas formas, pero con la ayuda del Señor lo hemos superado y cuando vuelva de nuevo es ahí cuando el apoyo nuestro es Su fuerza, Su aliento y poder, porque de otra forma no hay modo de salir del problema, que recurramos siempre a Sus brazos de amor que se abrieron en el Calvario para sostenernos, levantarnos y llevarnos cuando las fuerzas nos abandonen, solo ahí nos remontaremos como las águilas, gracias al Señor porque es nuestra ayuda en tiempo de aflicción.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11
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