Son muchas las entradas en mi diario que repiten tu nombre, muchos los te quiero que se quedaron en el tintero y que no fui capaz de decirte, muchos los poemas que han quedado huérfanos en algún rincón de mi memoria, en aquella donde guardo bajo llave aquellos pequeños minutos que tu me dedicaste. Soy como esa canción antigua que se repite día tras día, que suena en tu cabeza llevándote por un instante a los mas hermosos recuerdos. Nunca he dejado de pensar en ti, ni por un segundo creas que el tiempo o la distancia puede borrar lo que he llegado a sentir, se que es imposible, pero intenta convencer a mi cabeza que lo único que consiguió hacerme feliz no esta a mi alcance. No me rindo, porque de rendirme habré vendido mi vida a la tristeza, habré caído derrotado en esto que unos llamaron amor y del que hoy soy esclavo. Ten por certeza algo, aunque cien años pasen y un millón de kilómetros me separen de ti, yo seguiré teniéndote en el único lugar del que nadie te puede sacar, en mi corazón.