Al observar las aves remontándose en las corrientes del viento, quizás desee liberarme de las leyes de gravedad y hacer lo mismo. Mas la verdad es que soy libre gracias al vínculo espiritual que comparto con mi Creador. Tengo poder para remontarme en Espíritu y trascender cualquier limitación percibida.
Me niego a permitir que circunstancias externas me distraigan de mi unidad con lo Divino. Si me siento restringido, afirmo: Yo soy libre para aceptar mi mayor bien. Este conocimiento interno, el cual asevera que todo está bien y que soy uno con un poder mayor, lleva mi espíritu a nuevas alturas de conciencia. Nada me limita, nada me detiene. ¡Yo soy libre!
Ya no se acuerden de las cosas pasadas; no hagan memoria de las cosas antiguas. Fíjense en que yo hago algo nuevo, que pronto saldrá a la luz. ¿Acaso no lo saben?—Isaías 43:18-19
Yo soy una expresión de la vida, sustancia e inteligencia de Dios.
Conciencia es lo que pienso y siento en este momento. Mi conciencia crística es mi habilidad de razonar y tomar decisiones partiendo del Cristo morador. Hacerlo conecta mi mente y corazón con el Espíritu divino, en el cual vivo, me muevo y tengo mi ser.
La cofundadora de Unity Myrtle Fillmore escribió: “Ora para que tu fe innata e ilimitada en Dios sea acelerada, avivada y llevada a la acción positiva. Con los ojos de la fe, visualiza que continuamente manifiestas pureza, armonía y salud en cada parte de tu cuerpo”.
Oro para que todo lo que haga sea hecho partiendo de mi conciencia crística —mi conciencia más elevada. Hoy y todos los días, recibo con gozo la realización de mi verdadera identidad crística.
De la abundancia del corazón habla la boca.—Lucas 6:45