Para un amor imposible
Todos en la vida esperamos que de la noche surja un lucero que haga realidad un sueño que llevamos oculto en el corazón inundando nuestra vida de ilusión. Esperamos encontrar un día un rincón seguro donde reposar, ofuscar a la incertidumbre con la plena felicidad.
Tengo yo también anidado en mi pecho una gran ilusión. Nació como la yerba en el campo tras una llovizna y opacó todo lo vivido con su destello.
Parece un torrente de fuego en medio de un glacial rodeado de un mar de sinrazones, opaca al mismo cielo con su lumbre.
Todo sigue su curso hoy como ayer, ante lo que siento todo es nada, no da tregua el tiempo, trajina incesante en el jardín de mis ilusiones ocultando para sí la felicidad que añoro.
Quisiera sentirme a un paso de mecerme en aquellas nubes que distantes atesoran mis sueños.
Hoy como ayer se alborota mi alma buscando tan sólo tu sonrisa que ilumine este día sin sol; todo se detiene al sentir tu presencia sólo importa el encontrar tu mirada radiante de vida.
En medio de este mundo agitado no hay rincón más sereno.
Escondo para mí las frases dulces de un amor no comprendido.
Aquellas que se ahogan en mi pecho inundando mi alma de inquietud, retengo para mí todos aquellos besos envueltos en puro sentimiento.
Quedarán clavadas en mi mente y uno a uno se irán fundiendo a mis sueños en aquel mundo irreal que he construido.
Rumbo a lo incierto voy esperando un día encontrar la paz; sólo sé que ahora palpita dentro de mí un sentimiento inigualable irradiando su energía por todo mi ser, rendida estoy a su poder oscilando entre el nunca y el tal vez.
INDIO
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