El asiento vacío
El asiento vacío habla con elocuencia.
A pesar de que su mensaje no es agradable,
todos lo pueden oir. Al predicador el asiento vacío le dice:
"Tu sermón no vale." Al que visita la iglesia, le advierte: "
Ya ves, vamos perdiendo terreno." Al nuevo que busca una iglesia donde asistir:
"Vale más esperar a ver lo que pasa aquí." Al tesorero de la iglesia: "¡Cuidado!
¡Habrá un déficit!" A la madre que preparó la cena:
"No me importa lo que haces para mí" Al compañero de trabajo:
"Trabaja por mí que yo llegó mas tarde" Al músico: " No me interesan tus
horas de ensayo y disciplina" A los miembros presentes les aconseja:
"Ustedes también pueden ausentarse
el domingo próximo." A los verdaderos fieles les aconseja:
"Trabajad, invitad, orad, orad, llenad
esos asientos vacíos." El asiento vacío testifica contra los cultos.
Mata la inspiración, ahoga la esperanza.
Aleja el celo y es un peso desanimador para
toda iglesia. Por otro lado, el asiento ocupado es un ala,
es un estímulo, es un incentivo y una
inspiración al predicador y a toda persona
que ama al Señor Jesús.--
Hay muchos lugares donde hay asientos
vacíos. Y sus mnsajes son desperanzadores.
Pero los asientos ocupados trasmiten la
esperanza, la confianza y el vale la pena seguir,
porque hay frutos que recoger en el camino.
Cerca de tí hay un asiento vacío?.
Busca la persona que debería estar ahí, quizas
esta desanimada, frustrada o desilusionada y tú
podrías hoy marcar una diferencia para ella o él.
El asiento vacío gime esperando que tu hagas
algo por volverlo a llenar. "Tú serás echado de menos, porque tu
asiento estará vacío."
No dejemos de congregarnos, como
acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos
unos a otros, y con mayor razón ahora que
vemos que aquel día se acerca.
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