El dominio del Temor
Varios años atrás, un circo de televisión
bien conocido desarrolló un acto que incluía
tigres de bengala. El acto se hacía en vivo
delante de una gran audiencia. Una noche,
el entrenador entró en la jaula con varios
tigres y la puerta era cerrada de forma
rutinaria detrás de él. Las luces inundaban
la jaula y las cámaras de televisión se
acercaban para que la audiencia pudiera
ver cada detalle mientras él con habilidad
ponía a los tigres en el ritmo adecuado.
En medio de la actuación, pasó lo peor: las
luces se apagaron. Por casi treinta largos
segundos, el entrenador estuvo encerrado
con los tigres en la oscuridad. Con su visión
nocturna superior, los tigres podían verlo,
pero él no los veía a ellos. Él sobrevivió.
Cuando regresaron las luces, con calma
terminó su actuación.
Cuando le preguntaron al entrenador cómo
se sintió, él admitió sentir un frío temor al
principio, pero luego -dijo-, se dió cuenta de
que aunque él no podía ver a los felinos,
ellos lo sabían. Él dijo: "Solo continué
sonando mi látigo y hablándoles hasta que
las luces regresaron. Ellos nunca supieron
que yo no les podía ver tan bien como
ellos me veían a mí."
Sigue hablando a los tigres del temor que
parece estar persiguiéndote.
¡Ellos obedecerán tu voz de fe!