No me olvides mi amor
Amor,
no me olvides sería alejar el amanecer sin su lluvia de caricias en cada tarde deteniendo al mismo cielo azul de ser majestuoso en delirios sobre su paisaje Se marchitarián de mi jardín, los rosales como la niebla del sufrir rodarián al suelo en tristeza de ausencias deshojándose. Caprichosa de verde se viste tribial la razón es imposible que olvides, aquellos, encuentros donde beso a beso a tus caprichos me entregué abrazándose desnudos los remordimientos en sublime atuendo también se desnuda el beso casi tembloroso se moría, muerto de miedo traspasando las orillas de mis secretos. Sé que no podrias en tu intento, olvidarme seria derramar del alma, los sentimientos divagando en sombras atrapando la silueta en luz sombría que en sombras se desvanece se tiende sobre el arrabal ímpio de la mente preso en tristura, los matorrales, del que sé yo. Seria acribillar la luna de injustos desdenes donde el suspiro sobre ella en amoríos se vierte suspirando la noche cómplice sobre tí, se durmió seria apagar los luceros del cielo en desamor sobre las corrientes de la ansiedad, cómo el mar en arrullo constante igual, no dejo de pensarte quisiera llegar a tí en alas del pensamiento llenarte de la entrega qué se quedó pendiente cuál lejanía de albores de luto mi alma sin tí, se vistió caminando, ahora sola vaga en la arena del pensar nunca, aunque lo intente jamás, me podrás olvidar solo fuí la aventura que de nuevos bríos, te apresó mano a mano sobre la cortina nebulosa del recuerdo la que en sueños dorados te pintara con mis labios, el otoño, concavo, en tí se quedó por los parajes de tu mente seria imposible olvidarme, matarias de celo el desvelo donde noche a noche se desmaya en tus soledades . El suspiro, vano intento de apresar la lágrima que se perdió cuando los años se desvanecen grises, incoherentes me quedé presente donde el olvido majadero se muere cuál angustía traspasando presentes en lamento, tus senderos te desafio,si en mis brazos, cualquiér noche en tu aparente olvido vuelves en recuerdos a mi, muerto de deseos, te pierdes!
Por: Zuleika Merced
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