ENTRE EL OCASO Y EL AMANECER
Hay tan solo un sueño y tu mirada
una clara y firme contradicción:
aunque ésta semeja el cantar del hada
es verdad, mientras aquél es ficción.
Es tu mirada como el sol naciente
que tímida saluda a la mañana
y con su luz penetra en la ventana
que protege mi sueño, aún durmiente.
Es tu mirada como el agua clara
de un río cristalino y transparente
cuyo cauce está en el fondo de mi alma
y en mi pensamiento permanente.
Como luz infinita entre la nada
como un canto surgido de repente
como un arma de amor : filosa espada
como corana de flores en mi frente.
Me adentro sigiloso entre la noche
tus vivos ojos buscan mi mirada
tus manos con las mías se entrelazan
al infinito voy desde la nada.
Me adentro sigiloso entre la noche
tu cuerpo me regala su frescura
me invade, cual jardín, con su fragancia
nuestras almas acortan su distancia.
Me adentro sigiloso entre la noche
entre sombras que esconden tu presencia
se cubre de misterio tu figura
soñada mil noches, en tu ausencia.
Me adentro sigiloso entre la noche
tú y yo, y la oscuridad, un solo canto
tú y yo, y la oscuridad, es nuestra esencia
que nos llena el corazón de alegre encanto.
(Jose. L. Dasilva)
PERLA