Arcilla a tus manos. Color a tus pinceles. Párpados a tus sueños. Labios a tus besos. Llama a tu lámpara. Copa a tu sed. Amor a tu hambre. Y fuego a tu vida.
Te di orilla, puerto, mar. Y un ancla.
Así descubriste olas con otros movimientos. Playa con otra arena. Y naves con otro calado.
Descubriste ese impulso incontenible del amor definitivo.
Las nubes siempre cambiando posiciones, pero siempre son las nubes en el cielo. Así debería ser todos los días, los mutantes, sin embargo, fiel a lo que pensamos y sueño, recuerdo, todo se desvanece en el aire, menos pensamientos.