SONRIE
Sonríe... lo haces muy bien. Al hacerlo logras conquistar al mundo. Porqué ¿quién puede resistirse a tu hermosa, graciosa y dulce sonrisa?
Sonríe... lo haces muy bien. Es tu carta de presentación. Sonríe... lo haces muy bien. Ella nos deja ver al niño travieso que llevas por dentro.
Sonríe... lo haces muy bien. Dios se ha placido en regalártela por lo tanto es tuya y debes reciprocar el gesto a aquellos que a tu alrededor están.
Sonríe... lo haces muy bien. Esta te conduce a ser amigo, amado, estimado, apreciado, valorizado, esperado, invitado, distinguido, recordado. Y a disfrutar de los agradables, gustosos, placenteros, ricos, abundantes y plácidos instantes que te regala la vida.
Sonríe... lo haces muy bien. Es el paso de agradecimiento a tu Creador por dejarte vivir hoy, por que el ayer ya pasó.
Sonríe... lo haces muy bien. Es el peldaño que te sube por los tramos del deseo de vivir, de gozar, de soñar, de volver a sonreir. Es tu derecho
ante la vida... tu obligación al mundo y ante ti mismo.
Y lo haces muy bien...
Y los que te rodean lo necesitan también.