Quizá el amor es simplemente esto:
entregar una mano a otras dos manos,
olfatear una dorada nuca y sentir que otro cuerpo nos responde en silencio.
El grito y el dolor se pierden,dejan
sólo las huellas de sus negros rebaños,
y nada más nos queda este presente eterno de renovarse entre unos brazos
Maquina la frente tortuosos caminos
y el corazón con frecuencia se confunde,
mientras las manos,en su sencillo oficio,
torpes y humildes siempre aciertan.
En medio de la noche alza su queja
el desamado,y a las estrellas mezcla
en su triste destino.
Cuando exhausto baja los ojos,ve otros ojos que infantiles se miran en los suyos.
Quizá el amor sea simplemente eso:
el gesto de acercarse y olvidarse.
Cada uno permanece siendo él mismo,pero hay dos cuerpos que se funden.
Qué locura querer forzar un pecho
o una boca sellada.
Cerca del ofuscado, su caricia otro pecho exige,otros labios, su beso,su natural deleite otra criatura.
De madrugada,junto al frío,el insomne contempla sus inusadas manos:
piensa orgulloso que todo allí termina;
por sus sienes las lágrimas resbalan...
Y sin embargo,el amor quizá sea sólo esto:
olvidarse del llanto,dar de beber con gozo a la boca que nos da,gozosa,su agua;
resignarse a la paz inocente del tigre;
dormirse junto a un cuerpo que se duerme
ANTONIO GALA