Es un aprendizaje por el precio de no saber quienes somos y
en donde esta nuestra fuente principal de información
interna
Es una diaria actividad en la que nuestra falsa percepción
de Dios de la vida y de nosotros mismos debe de cambiar.
Es un trabajo diario en el que sabiendo lo que queremos
llegaremos a donde nos hemos propuesto.
Salir de la rutina y atreverse a ser tu mismo eso es confianza
Dejar hábitos de co dependencia
Dejar la falsa importancia personal
Dejar la mentira y la arrogancia
Dejar de juzgar y criticar
Saber amar
Saber perdonar
Saber reconocer el inicio de algo es ser alegra
Saber sonreír
Saber ser optimista
Sobre todo romper la resistencia al cambio por la confianza en un
nuevo amanecer en la Luz es dar el salto cuántico
“¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien, ni uno de ellos
caerá en tierra sin el consentimiento del Padre. En cuanto a
vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados.
No temáis, pues; valéis más que muchos pajarillos.”
(Mt 10, 29-31)
Ya que muchos de nosotros hemos perdido la capacidad de confiar
abiertamente en el Padre.
Nada ocurre por casualidad. Todo tiene su razón de existir. Todos
somos instrumentos para que se cumpla la Voluntad del Padre, que,
por otra parte, se cumple indefectiblemente siempre.
Cuando algo nos “toca”, la única opción posible, si queremos seguir
evolucionando, es decir desde el punto más amoroso de nuestro
corazón, un “hágase tu voluntad”.
En qué, o en quién confiamos esa es la diferencia
Desde mi base amorosa de datos
Joel Rugerio
    
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