Tu sol amaneciendo Se me quedó un pedazo de tu tarde en mis cabellos cuando juntos miramos el sol que se escondía y al lanzarme muy adentro de tus ojos me invadió profundamente tu poesía.
Me sentí como un pájaro volando cuando tu mano acarició mi pelo, traspasé mil fronteras en mi vuelo y te encontraba siempre entre mis alas.
No pregunté a los vientos de tu rumbo porque tú eras el viento que impulsaba como tampoco necesité de un árbol porque mi nido reposó en tus ramas.
Con marco de horizonte, mis labios con tus labios, entretejieron perlas al abrazarte lento, puse mi cielo en tu boca para beber tu sol amaneciendo.