Hoy lo he visto.
¡Si lo he visto!
en ese rayo de sol
resplandeciente, brillante,
entrando casi aprisa,
por las rendijas de mi persiana.
Lo sentí,
¡si lo sentí!,
penetró en mis sentidos
se asentó en mi alma
se adueño de mi corazón
me llenó de su amor.
Me tocó,
¡si me tocó!
se estremeció mi alma
saltó de emoción mi corazón,
acarició mis cabellos y
me dijo cuanto me amaba.
¡Hoy lo he visto!
¡Lo he sentido!,
¡me ha tocado!,
aquel de quién un día me alejé,
pero siempre estuvo conmigo;
mi mejor amigo ¡Jesús!