
ERES UNA MUJER APASIONADA
Por lúbricos espasmos tu carne poseída, temblabas sobre el lecho, mística y hermosa, los ojos entornados, tu boca contraída, y erectos tus pezones, cual pétalos de rosa.
La sangre entre tus venas cruzaba enardecida, regando a tu euritmia de savia voluptuosa, era un altar tu vientre, para adorar la vida, y toda tu temblabas como una mariposa.
Un tierno perfume, vibraba por la alcoba, la lámpara azulada, brillaba levemente, besando en la penumbra, la blancura de tu pecho.
Caí luego en tus brazos, como hambriento lobo, y al darte el primer beso, de mi pasión ferviente, nuestros cuerpos se unierón, bajo las sábanas del lecho.
JOSE RAUL
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