JAMÁS TE COMPARES...
Jamás te compares con nadie, ni a tu favor ni en contra;
cada cual recibe de la vida lo que ha merecido y cosecha
lo que ha sembrado.
Oriéntate a lograr lo mejor de ti mismo y de tu vida;
cada cual tiene una diferente misión
para cumplir y lo que hace felices a unos puede
ser la infelicidad para otros;
concéntrate sólo en tus ventajas y beneficios. No te pongas triste, no te apures,
no te angusties ni te deprimas por haber cometido
algún error,
tómalo positivamente y considéralo un aprendizaje,
una importante lección.
Lo grave no es equivocarse,
lo delicado es seguir cometiendo el mismo error;
analízate, búscate,
piensa en donde estuvo tu equivocación e intenta remediarla;
de esta manera cada error se convertirá en un paso
adelante y en una lección aprovechada positivamente.
Las personas a tu alrededor, tu familia,
tus compañeros, tus amistades, clientes y conocidos,
no te querrán más y no te recordarán mejor por lo que tienes,
sino por ser quien ERES y por las cosas que haces y dices.
Procura mejorar internamente y superarte en lo que haces
por y para los demás;
estas son las cosas que te merecerán prestigio,
respeto y aceptación.
Enfoca tus problemas,
tus preocupaciones y tus angustias desde el punto de vista
de lo que puedas hacer para superarlas y no desde lo
que ellas pueden hacer para destruir y amargar tu vida.
Indudablemente tú eres más,
puedes más y vales mucho más que lo que te preocupa;
no te dediques a angustiarte,
dedica tus mejores esfuerzos a las soluciones.
Procura ser LA MEJOR PERSONA en lo que haces,
procura la excelencia en lo que te ocupes, en tu trabajo,
en tu estudio y en tus relaciones familiares,
laborales y personales, sin importar qué es lo que haces;
cualquier trabajo y cualquier actividad serán
dignos y te proporcionará crecimiento si procuras
hacerlo lo mejor
que te sea posible exigiéndote a ti mismo.
Busca tu propio nivel de excelencia.
Desconozco su autor.
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