EL PODER DEL CANTO
Tañe Orfeo su cítara y avanza con pie seguro hacia el remoto oriente; canta y su voz desbórdase en torrente de fe y amor, de vida y esperanza.
Camina... y la brumosa lontananza despéjase ante el lírico potente, cuyo canto retumbaba en el ambiente rindiendo todo cuanto a herir alcanza.
Al vasto azul se asoman los querubes... El mago mira en torno , y sus sombríos ojos le advierten que a distancia corta,
hombres, fieras, reptiles, aves, nubes, montes y valles, piélagos y ríos lo van siguiendo en procesión absorta.
JULIO FLOREZ
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