y sus apóstoles celebraban la Pascua.
Entonces, Jesús bendijo el pan, lo partió y
se los dio, diciendo:
"Tomen este pan y cómanlo, porque es mi cuerpo".
Luego bendijo el vino y, extendiéndoles
la copa a sus discípulos, les dijo:
"Beban de este vino, porque es mi sangre".
Jesús miró entonces a sus discípulos,
afligido, y les dijo: "Uno de ustedes va a traicionarme".
Los discípulos no podían creer lo que
estaba diciendo y se miraban unos a otros,
tratando de descubrir a cuál de ellos se refería
Jesús. Se preguntaban entre ellos: "¿Eres tú? ¿Es él? ¿Soy yo?".
Pedro le habló al oído a Juan, a quien Jesús
amaba mucho y que estaba sentado junto a Él:
"Pregúntale al Maestro de quién se trata".
Juan se acercó a Jesús y le preguntó:
"Señor, ¿quién de nosotros lo hará?".
"Aquél a quien yo le dé este trozo de pan",
contestó Jesús y tomando un pequeño
pedazo de pan, lo mojó en el plato que
tenía delante suyo y se lo entregó a Judas Iscariote.
"Haz lo que tengas que hacer… pero hazlo rápido", le dijo.
Sin decir una palabra, Judas se levantó de la mesa de un salto
D/A