Si estas angustiado, preocupado, agotado y tal vez
desesperado por uno o varios problemas y ves que tu
única salida, es que Dios intervenga.
Ten cuidado de no ser demasiado insistente,
porque a veces en nuestra insistencia no nos damos
cuenta de que Él nos esta respondiendo pero de una
manera distinta a la que esperábamos.
Algunos creen que orar significa pedir y pedir, seguir
insistiendo, rezando y rogándole al Señor con infinidad
de palabras, como si tratáramos de convencer a Dios.
Otros levantan la voz, como si Dios fuera sordo y
como si ante su gran determinación evidenciada por
el volumen y el tono de su voz, Dios estuviera obligado a responderles.
Este tipo de oración no demuestra que tengamos
mucha fe, ni confianza en que Él va a respondernos.
Al contrario, pone de manifiesto nuestra incredulidad.
Cuando ores, no necesitas seguir pidiéndole lo mismo
e insistir con tantas palabras tratando de expresar
lo que quieres. Lo que en verdad necesitas es creer, y esperar con fe.
¡Espera que Dios te responda! La respuesta está en
camino, ¡Dios responderá!
¿Sabías que el sentido más sublime de la oración
no es insistir o exigirle a Dios?
Es estar en comunión con Él, esperando con fe,
que Su respuesta en algún momento llegará.
Una vez que hayas hecho tu petición tomate el tiempo
necesario para escuchar. Quédate en silencio y deja que Él te hable.
Aquellas cosas que consideras tus propios pensamientos,
quizás sean la suave voz de Dios. Si es Su voz, lo
sabrás rápidamente porque vendrán a tu mente
soluciones e ideas que jamás hubieras imaginado.
A veces no oro con palabras. Tomo mi corazón con mis
dos manos y lo elevo hacia el Señor. Yo se que Él me entiende.
A veces no oro con palabras. Mi espíritu se postra a
Sus pies, y con Su mano sobre mi cabeza,
nos comunicamos en dulce silencio.
A veces no oro con palabras. Estoy cansado, y mi
corazón encuentra todo lo que anhela, reposando
y descansando en Su presencia.
Si has orado por mucho tiempo y no has recibido
respuesta a tus peticiones. Si sientes que los cielos
están cerrados y que Dios no te escucha, tengo una
buena noticia para ti: Todo ruego, toda petición
realizada con sinceridad y con fe a nuestro
Padre Celestial no será ignorada y a Su tiempo,
será respondida. Es en estas situaciones donde
debemos confiar en que Él sabe lo que es mejor para
Sus hijos y a su tiempo sabremos y entenderemos.
D/A