CANCIÓN A LA BELLA DISTANTE
No era mi poesía. Mis poemas no eran.
Eras tú solamente, perfecta como un surco
abierto por palomas.
Eras tú solamente como un hoyo de lirios
o como una manzana que se abriera el corpiño.
Eras tú, oh distante presencia del olvido!
Clara como la boca del cristal en el agua,
tierna como las nubes que atraviesan el trigo
por los lados de mayo.
Dulce como los ojos dorados de la abeja;
nerviosa como el viaje primero de la alondra.
Eras tú y tenías delgadas de esperanza
las manos que me huyeron.
En tu sien, extraviadas, bullían las sortijas.
En tus perfectos ojos abril amanecía.
Estoy tan impregnado de tu voz siempreviva
que hasta esta inmensa noche parece que sonríe
y percibo el borde líquido de tu alma.
Andabas como andan en el árbol los astros.
Rezabas en silencio como una margarita.
Oh quién te viera abriendo esos libros que amabas
con el alma inclinada a la luz de las fábulas!