ME SORPRENDI ROMPIENDO LO VIEJO
Me sorprendí rompiendo papeles viejos,
y sacudiendo cajones,
hurgando en mi pasado y echando a la basura lo
que en algún momento guardé y ahora lo tiro.
Mis cajones llenos de notas, papelitos,
pilas viejas, agendas caducadas y mil cosas
que en otro momento atesoré,
para que el día de hoy los tire a la basura.
Guardamos compulsivamente,
por si en algún momento lo necesitamos,
y al pasar los años nos damos
cuenta que vivimos rodeados de cosas
sin utilidad, recuerdos vanos,
aferrándonos a ellos por si algún día los vamos a ocupar
Un boleto del metro, que fácilmente tiene
15 años, la garantía de una grabadora
que ya ni existe, el manual de un televisor que
le regalé a mi madre hace más de 10 años,
notas de supermercado, tarjetas de felicitación,
y la invitación a una boda de gente que ni conozco, llaveros, etc...
Tiré tantas cosas que llené dos cajas grandes,
que se fueron directos a la basura, por fin,
el orden, y el espacio suficiente para cosas
nuevas que algún día serán parte de mi pasado,
y que probablemente nunca las llegue a ocupar.
Me doy cuenta que también he atesorado
sentimientos que nunca pienso ocupar,
como el odio, el celo, la ambición desmedida,
el egoísmo, y que ahora me encuentro
echando a la basura junto con ese par de cajas con recuerdos,
quedando más espacio para la compasión,
la paciencia, el amor y el.
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