No te concentres en cuán joven o viejo eres. En cambio, llena tu mente de pensamientos sobre lo maravillosa que puede resultar la vida en todo momento. No pienses en cuanto, mucho o poco, dinero tienes. Considera las oportunidades, siempre a tu alcance, para dar forma a una vida verdadera y para generar valor duradero. No pierdas tiempo revolcándote en las diferencias entre tú y los demás. Fíjate en cambio en cómo podrías marcar una verdadera diferencia positiva en la vida de quienes te rodean. No te quedes empantanado en el resentimiento por tus errores y limitaciones. En cambio, descubre nuevas maneras de explorar, agradeciendo, las maravillosas oportunidades que se abren ante ti. Tú puedes decidir la manera en que te relacionas con lo que ha sido y con lo que ahora es. Decide avanzar con lo mejor de todo ello. Deja de lado las etiquetas superficiales y las expectativas limitantes que tú o quienes te rodean puedan haber impuesto a tu vida. Hoy, ahora mismo, sé cada una de las cosas buenas que tú sabes que puedes ser.
|
|