Mensaje virtual
Era el susurro de una voz lejana; voz sutil, sin relieve ni silueta, sin colores ni curvas. Incompleta. Nada que acariciar, etérea, arcana.
Desnuda de sonido. Filigrana de escritura, ya lúbrica o discreta, que a su modo el espíritu interpreta como intención que de sí mismo emana.
Tenue murmullo que en hablar se obstina, penetrando su texto en la retina, e insinuando propuestas a la mente
que sólo ésta quizás ha imaginado. Soñador sopesándose adorado por requiebros de amante inexistente.
Francisco Alvarez Hidalgo
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