Amor
Oro por otros afianzado en el poder del amor.
La energía de Dios es la energía del amor. Dicho amor se convierte en una expresión de quien soy a medida que lo comparto con los demás. Doy de mi tiempo, mis habilidades y mis recursos. Escucho con compasión y comprensión. Soy paciente y considerado. Permito que el amor de Dios fluya libremente por medio de mí.
Siento cómo el amor regresa a mí aumentado y multiplicado. Oro, manteniendo a cada persona en mi corazón. Oro por su salud y bienestar, visualizándola sana y llena de vida. Oro por su paz interna, sabiendo que la paz de Dios mora en ella. Oro por su prosperidad, con fe en que cada necesidad es satisfecha. Y oro por armonía, consciente de que el amor de Dios guía sus caminos.
Como yo os he amado, que también os améis unos a otros.—Juan 13:34