A veces necesitamos un recordatorio de que todo está en orden divino, particularmente si las circunstancias parecen indicar lo contrario. Al mirar desde una perspectiva más elevada, el orden divino se revela.
La afirmación orden divino encierra la semilla para la curación, la prosperidad, la armonía, la guía y los resultados correctos. Es la esencia de todo lo que podría desear o necesitar. Con él, cosas perdidas son halladas, circunstancias complejas se resuelven con gracia, malos entendidos resultan en paz.
Me sumerjo en la vida y energía de estas dos palabras: orden divino. Estoy absorto en su vibración sanadora. Al descansar, encuentro la comprensión de que todo marcha como debe. Mi vida está en orden perfecto y todo está bien.