Participación Hna. Cristina
Introducción:
Invitación a cerrar los ojos y cantar juntos:
“Ven espíritu de Santidad, ven espíritu de luz, ven espíritu de fuego, ven abrázanos”. (Termina murmurando la melodía)
Reflexión:
Hablar de Paz es hablar de nuestras relaciones interhumanas, con Dios, entre nosotros, consigo mismo, y con la naturaleza.
En la tradición cristiana católica, creemos que Dios creó el mundo, creó al hombre según su imagen y semejanza.
En Gen.1,26 Dijo Dios” Hagamos ….”
En el Talmud hay un comentario muy interesante sobre la forma plural del versículo” hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza” El Rabino pregunta”¿con quién hablaba Dios cuando dijo “hagamos”?Un cristiano podría espontáneamente pensar en la Santísima Trinidad, cosa que esa respuesta no forma parte de tradición Judía.
Y el Rabino respondió a su propia pregunta:”Dios hablaba con el ser humano que aún no había sido creado. “Tu y Yo juntos crearemos al ser humano. Porque si no cooperas, nunca podré transformarte en una persona justa y auténtica.”
No somos meros beneficiarios pasivos, socios privilegiados. De hecho nosotros verdaderamente los conformadores y constructores no sólo de nuestro mundo, sino también de nuestras propias vidas. Tenemos libertad para actuar, podemos dejar que el mundo y nosotros mismos vayamos por un lado o por otro lado, y de este modo nosotros determinamos la dirección de la historia.
Escuchamos las preguntas frente a las cuales se han quebrado la cabeza los hombres de todos los tiempos. También la respuesta viene repitiéndose desde hace 2000 años. Cada cual les toma el peso. Lo importante es que nos sepamos no sólo víctimas, sino también responsables de la marcha de las cosas.
Texto de un canto dice: “¿Cuántos caminos habrá que pisar, para alcanzar la verdad? Cuantos los mares que habrá que cruzar para llegar a la PAZ? ¿Cuántos oídos habrá que tener para escuchar el dolor? ¿Cuánto las guerras habrán de durar, antes que llegue la PAZ? ¿Cuántas las bombas que habrán que estallar para que no queden más? Dime hasta cuándo el hombre estará para escuchar el perdón, sin que en el mundo se pueda encontrar una palabra de amor. Sólo Cristo puede contestar, escuchen la respuesta que El
nos da.”
Una pausa de silencio:
Lectura Biblica: Isaías 11,1-8
“Una rama saldrá del tronco de Jesé, un brote surgirá de sus raíces.
Sobre él rebosará el Espíritu de Yahvé, espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de prudencia y valentía, espíritu para conocer a Yahvé y para respetarlo, y para gobernar conforme a sus preceptos.
No juzgará por la apariencias ni se decidirá por lo que se dice, sino que hará justicia a los débiles y dictará sentencias justas a favor de la gente pobre.
Su palabra derribará al opresor, el soplo de sus labios matará al malvado. Tendrá como cinturón, la justicia, y la lealtad será el ceñidor de sus caderas.
El lobo habitará con el cordero, el puma se acostará junto al cabrito, el ternero comerá al lado del león y un niño chiquito los cuidará. La vaca y el oso pastará en compañía y sus crías reposarán juntas, pues el león también comerá pasto, igual que el buey.
El niño de pecho pisará el hoyo de la víbora, y sobre la cueva de la culebra el pequeñuelo colocará su mano.”
Es Palabra de Dios.
Breve comentario:
Quizás ninguna palabra exprese mejor que “PAZ lo que encierra la aspiración más profunda del hombre, la felicidad. Un hombre en PAZ consigo mismo, una familia en PAZ, un país en PAZ, un mundo en PAZ, la naturaleza entera en PAZ. Por eso la Biblia llama a Cristo el “Príncipe de la PAZ.”
"La PAZ no es sólo la armonía y orden externos en la convivencia humana. Es también fundamentalmente una disposición interna, sin la cual dicho orden no es sino artificial y aparente.
La represión no es la PAZ. La indolencia no es la PAZ, el mero arreglo externo e impuesto por el miedo no es la PAZ. Ella debe fundarse sobre el sentido de la intangible dignidad de la persona humana. (Pablo VI , Jornada de la paz 1974)
Dios se identifica con todo hombre que demuestra generosidad, compasión o bondad. Se identifica también con el que recibe. El es Don de sí mismo y todo verdadero amor viene de El.
“Cuando abunda el bien y todos lo comparten, cuando el hombre donde hay guerra pone paz, cuando “hermano” le decimos al extraño: va Dios mismo en nuestro mismo caminar.”
Somos buscadores de la felicidad. La buscamos donde hallamos huellas de su brillo. No está fuera de nosotros… la hallaremos cuando nos hayamos encontrado en el Señor.
“Tu ves la gente llena de codicia que sólo trabaja para ganar plata; tú también sientes ganas de tener como ellos, pero tú sabes que tu plata es el Otro”
El “hombre interior” no se contenta con pensar en Dios o hablar de Él. Lo trata como una persona y se esfuerza por comprender su amor sin límites manifestado en Cristo.
“Presérvanos de todo mal, y danos siempre el amor.
La paz es fruto del esfuerzo de los hombres. Pero también es don de Dios, porque la que es verdadera no puede sino fundarse en una renovación de la convivencia social, y ello no es posible a no ser que los hombres tomen conciencia de que son hijos del mismo Dios y que son hermanos.
Por la de la tierra suben nuestras plegarías, esperamos que acojas nuestra oración amarga por esos niños pobres carentes de ternura, también por esos hombres que la pena tortura.
Por la Paz de la tierra suben hoy las plegaria de diferentes pueblos, de diferentes razas, ¡La libertad persiste, por caridad! Tú que todo lo puedes haz que el odio termine, haz que el odio termine en un canto de paz.
Canto: “Paz, paz, paz, el mundo pide paz, lógrala paz en tu interior y derrámala en la tierra,(bis)