Aprecio Aprecio a las personas en mi vida. Todo el mundo desea sentirse apreciado. Queremos saber que nuestros esfuerzos han valido la pena, que nuestros talentos son importantes y que nuestras opiniones y nuestros puntos de vista son de valor. ¿Les he dicho a las personas en mi vida que las aprecio? ¿Les he dado las gracias por su amor y apoyo, por su fe y comprensión, por su tiempo y esfuerzo? Decido demostrarles mi aprecio hoy. Les hago saber que las estimo verdaderamente, que mi vida es más significativa gracias a ellas. Con cada gesto de aprecio que demuestro, yo también soy bendecido. Cada acto de gratitud hace que esté más receptivo a la abundancia, el amor, la paz y el gozo. No ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones.—Efesios 1:16

Nuestro mundo Soy una parte consciente de un mundo viviente. La vida abundante en este planeta provee para todas mis necesidades físicas. Todo lo que necesito proviene directa o indirectamente de los recursos de la Tierra. Consciente de la interconexión de todos los sistemas vivientes, me maravillo ante el orden que lo gobierna todo. Yo también formo parte de ese orden. Vivo responsablemente y hago mi parte para proteger y restaurar a esta bella Tierra. Vivo armoniosamente con la naturaleza, consciente del impacto que los demás y yo tenemos sobre los sistemas que apoyan toda vida. Soy un habitante responsable y sensato que aprecia y cuida del planeta de Dios. Y esto pido en oración: que vuestro amor abunde aún más y más en conocimiento y en toda comprensión, para que aprobéis lo mejor.—Filipenses 1:9-10