La sociedad moderna ha perdido contacto con la tierra, y como consecuencia, se están creando numerosas dificultades y peligros. No sólo hemos perdido contacto con la tierra, sino que además, lo hemos perdido con los otros elementos: el espacio, el viento, el agua, y el fuego.
Yo nací y crecí en el Tíbet, en el “antiguo Tíbet” anterior a la invasión comunista. El Tíbet de mi juventud consistía en una sociedad primitiva, profundamente arraigada en los valores espirituales y del medio ambiente; soy una persona del siglo VIII que por circunstancias ha sido catapultada al siglo XXI, de ahí la diferencia entre mi perspectiva y la de la mayoría de mis amigos y la de la nueva generación.
Si me lo permiten, queridos amigos, desearía compartir con vosotros una pequeña parte de la antigua sabiduría medioambiental de mi cultura.
En Tíbet, salvo los ricos que tenían caballerías, todos los demás teníamos que ir a todas partes andando, por lo cual estábamos continuamente en contacto directo con la energía de la tierra. Hoy en día, la gente va a todas parles en auto, calza zapatos de suela gruesa y anda sobre hormigón y alquitrán; no se toca ya la tierra, ni se siente su calidad y su preciosa energía.
La sociedad moderna ha perdido contacto con la tierra, y como consecuencia, se están creando numerosas dificultades y peligros. No sólo hemos perdido contacto con la tierra, sino que además, lo hemos perdido con los otros elementos: el espacio, el viento, el agua, y el fuego, la verdadera base de nuestra existencia física. La sociedad moderna se ha des-conectado y apartado de la naturaleza y como resultado, ha propagado la contaminación y la destrucción hasta el mismo centro de los componentes básicos de nuestro planeta. Y no sólo eso, sino que además, al destruir de forma egoísta nuestro planeta destruimos también nuestras propias mentes y cuerpos.
Cormo dice el tantra kalachakra:
Como es en el Mundo Exterior, es en el Mundo Interior
Dentro de nuestro cuerpo tenemos cinco elementos: espacio, viento, fuego, agua y tierra: si realmente queremos un cuerpo, una mente, un mundo, y una vida sana, tanto en ésta como en nuestras futuras vidas, éstos elementos necesitan ser reconocidos y así podremos entender la importancia que tiene el cuidar de ellos.
De todas maneras, necesitamos aprender y comprender la interdependencia de nuestros cuerpos y mentes, los cinco elementos, y el entorno en que vivimos. Debemos redescubrir lo que es realmente importante y precioso en la vida, e identificar dónde nos hemos equivocado individual y colectivamente.
Todas las antiguas culturas espirituales comprenden la importancia de los cinco elementos y como resultado, son capaces de mantener tanto el cuerpo como la mente sanos, y de vivir en armonía con el medio ambiente.
El Olvido de los Cinco Elementos
Desde la revolución industrial, la sociedad moderna ha olvidado cuidar de los cinco elementos, podemos ver los resultados de esto por todas partes: en la tierra contaminada, en el aire contaminado, en los mares contaminados, también en la masiva extinción de las especies, en la deforestación de los bosques y en el deterioro de la capa de ozono, en las catástrofes del medio ambiente, en los accidentes nucleares, en la proliferación del cáncer; alergias, enfermedades del pulmón, enfermedades del sistema inmunitario, así como en otras muchas diferentes enfermedades y dificultades. La lista de nuestros errores colectivos es larga, pero ya no podemos dar la espalda e ignorar las consecuencias de nuestras acciones.
En el Tíbet podíamos tocar la tierra y beber el agua, no había en ello peligro alguno, en cambio, en Occidente las cosas son distintas. Nosotros en el Tíbet, no teníamos muchas cosas materiales ni tecnología, pero si teníamos la esencia de la energía del medio ambiente y una forma natural de vida que satisfacía nuestras mentes. Desde que la sociedad moderna empezó a fabricar máquinas en el siglo XVII, se abandonó la antigua forma de vida natural a favor de la Industrialización, de la vida urbana, etc. Esto fue debido fundamentalmente a que la mayoría de la gente empezó a dudar de las antiguas formas de vida y se pronunciaron a favor de la mecanización y la tecnología para conseguir algo mejor
Demasiada Tecnología
Sin lugar a dudas, la mayoría de los avances tecnológicos son maravillosos, pero por otro lado, ahora nos pasamos todo el día corriendo de un lado a otro en busca de dinero y otras muchas complicaciones, olvidándonos de nuestras antiguas ideas, valores, y de la naturaleza. Por consiguiente, tanto nosotros como el entorno estamos enfermando, nos encontramos cansados, y con demasiado sufrimiento.
Las máquinas y el desarrollo son algo real y beneficioso, pero el entorno y las cosas naturales también son reales, o sea que si me lo permiten, mi opinión es que ahora tenemos demasiadas máquinas, y que deberíamos poner más energía en aprender a vivir en armonía con el entorno. Podemos ver las consecuencias de la explotación industrial tecnológica negativa en todas partes.
Por ejemplo, muchas veces he ido a ver hermosos lagos en las montañas de Europa, allí todo aparenta estar muy limpio, pero debido a la contaminación química, el agua no se puede beber. No es potable, esta envenenada. Aparece como agua clara y hermosa, pero su esencia está muerta.
Éste es sólo un pequeño ejemplo, hoy en día ya no es posible usar muchas cosas naturales directamente, debido a los peligrosos niveles de contaminación. Necesitamos desintoxicar muchas cosas para hacer posible su utilización, como nuestra agua potable. Si ésta no fuese potabilizada, pronto moriríamos.
Todos debemos individualmente reconocer y aceptar este hecho, entonces sería posible cambiar las cosas, no podemos renunciar a nuestra responsabilidad colectiva y esperar que nuestro gobierno, las Naciones Unidas, o la Comunidad Europea resuelvan los problemas globales del medio ambiente “desde arriba”, la única salida es que lodos nosotros seamos responsables del mundo en que vivimos
La mayoría del las personas ahora no quieren dar muchas importancia al entorno, se sienten impotentes, digamos que la situación nos asusta demasiado; sin embargo, una sociedad está hecha de muchos individuos, nuestros gobiernos y las Naciones Unidas responderán ante un sincero cambio de la opinión pública por una toma de consciencia respecto al medio ambiente.
Utilizo el ejemplo del agua contaminada pero los cinco elementos de espacio, tierra, viento, agua y fuego sufren, además de estar profundamente contaminados.
Hasta ahora los cinco elementos han sido extremadamente ‘pacientes’, y han aceptado todo el daño y la contaminación que les hemos causado. Pero ya hemos ido demasiado lejos: es de esperar una reacción violenta y peligrosa del medio ambiente, a no ser que decidamos cambiar radicalmente tanto nuestras mentes como muestro comportamiento.
Los cinco elementos sostienen el mundo en general (nuestro samsara externo) y nuestro mundo personal (el samsara interno de nuestra mente y cuerpo).
Ahora todo ésto se encuentra contaminado en los niveles físico, sutil y muy sutil.
Para conseguir cualquier cosa en la vida, ya sea salud Dfísica, éxito material, un hermoso y sano lugar para vivir, o el deseo de obtener la liberación y la iluminación, necesitamos cuidar los cinco elementos, devolverles la energía, y purificarlos para así fortalecerlos.
Si realizásemos un cuestionario y preguntáramos a todo el mundo: “¿Quieres estar sano, lleno de energía, ser feliz, vivir en un hermoso y limpio lugar?”, la mayoría de la gente automáticamente diría que sí, pero si nos fijamos en nuestro propio estilo de vida y en nuestras costumbres, veremos que estamos creando una enorme contaminación.
Normalmente solemos decir “Pero yo casi no he contribuido a la contaminación del mundo.”
Purificar los Cinco Elementos
Sin embargo, si viésemos todos los detalles cotidianos de nuestra vida, día a día, semana a semana: el uso de nuestro auto, de nuestra casa, del combustible que utilizamos; los residuos tóxicos, las pilas, el plástico, las pinturas, los metales y los detergentes que lodos desechamos en nuestro entorno, veríamos que sí tenemos una responsabilidad personal.
Si no estás de acuerdo, imagina lo que ocurriría si los basureros no viniesen a recoger la basura durante un año.
¿Qué haríamos entonces? Si continuamos actu-ando de esta manera autodestructiva, poco a poco surgirá una situación medioambiental muy peligrosa, y el actual y evidente peligro de que los cinco elementos de nuestro planeta se desintegren físicamente y mueran, se hará realidad.
Por ejemplo, si perdemos la energía tierra de nuestro planeta, nuestros propios cuerpos y energía vital poco a poco se fragmentarán y desintegrarán.
Por tanto necesitamos purificar nuestros cinco elementos internos y externos potente, perfecta, y eficazmente.
En la autocuración tántrica tenemos un método para hacer esto. La autocuración tántrica se basa en las profundas enseñanzas del Buda y en los métodos sanadores.
Buda era originalmente un ser confuso que sufría y no era consciente de sus actos. Sin embargo, sí tenía una actitud interna científica y así se dispuso a encontrar un método para superar su propio sufrimiento y el del mundo.
Poco a poco purificó su sufrimiento y sus acciones oscuras destructivas, y paso a paso incrementó su luz interior y las energías positivas en su cuerpo y mente, hasta que finalmente consiguió la plena iluminación (el máximo nivel el de consciencia humana y de purificación sutil básica).
El deseo del Buda para con todos los seres vivos, era el desarrollo de la paz interna y la paz mundial; de ahí que la búsqueda científica interior del Buda pueda dar a cada persona una respuesta adecuada además de felicidad, semana a semana, de año en año, de vida a vida, y más allá del más allá.
Autocuración Tántrica
Es de todos conocido, el punto de vista budista que afirma que Karma y renuncia existen, y lo creamos o no, necesitamos cuidar aquello que programamos en nuestro computador personal de la realidad.
Si registramos muchas acciones destructivas en el disco del espacio interno de nuestro corazón, tarde o temprano, la semana que viene o en la próxima vida se imprimirá una respuesta y tendremos que pagar nuestra factura de teléfono kármica.
De todas maneras, crea uno en la reencarnación o no, si destruimos nuestro medio ambiente externo e interno, ¿qué clase de herencia dejaremos a nuestros hijos y futuras generaciones?
¿No es bastante egoísta deshacernos de residuos tóxicos altamente radioactivos en los mares y en la tierra, en contenedores ineficaces que seguirán siendo venenosos durante miles de años?
Por nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, necesitamos cuidar nuestro entorno.
Con la autocuración tántrica podemos sanar al mundo.
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Texto de Autocuración III.
Lama Gangchen fue reconocido en el Tíbet a la edad de dos años como la reencarnación de Kachen Sapenla; a los 12 años recibió el título de Kachen. Con su maestro Kachen Pemba estudió las materias médicas y más tarde obtuvo las más altas enseñanzas e iniciaciones del budismo tántrico con el Dalai Lama y Panchen Lama. La Fundación Lama Gangchen para la Paz en el Mundo, ha sido reconocida como una ONG por la Asamblea General de la ONU. En la actualidad lama Gangchen reside en el norte de Italia.