El amor de Dios expresado por medio de mi madre me dio la vida. El amor, la sabiduría y la fortaleza de Dios la guiaron a ella y a quienes cuidaron de mí cuando crecía. Mis palabras de engrandecimiento y cariño le demuestran a mi madre cuánto la amo. Deseo demostrarle afecto y gratitud a mi madre. Comparto con ella el amor sustentador de Dios mediante palabras y acciones amorosas.
Al recordar las veces que mi madre, u otra persona compasiva, me escuchó pacientemente y me ofreció palabras de aliento, yo también busco ser una presencia de apoyo. Al recordar la alegría de mi madre cada vez que yo aprendía algo nuevo, comparto mi conocimiento voluntariamente con quien requiera mi ayuda. Comparto el don del amor con gratitud.