Dos leones huyeron del jardín zoológico.
En la huída cada uno partió con rumbo diferente.
-Me armé de coraje y fui a esconderme a un Organismo Público.
Cada día me comía a un funcionario y nadie advertía su ausencia.
-¿ Y por qué regresaste?....¿ se acabaron los funcionarios?.
-Nada de eso. Los funcionarios públicos nunca se acaban.
Sucede que cometí un error gravísimo. Ya había comido a
un director general, dos superintendentes, cinco adjuntos,
tres coordinadores, diez asesores, doce jefes de sección,
quince jefes de división, cincuenta secretarias, docenas de
funcionarios, y nadie los dio por desaparecidos..
Pero el día que me comí al que servía el café........
se jodió todo..!!!!!!