En este pasaje se vislumbran tenuemente dos grandes enseñanzas del Trabajo: una es el Rayo de Creación, al que se nombra aquí como "gloria del sol", "gloria de la luna", etc., y la otra la enseñanza de que el Hombre tiene (o más bien, digamos aquí, puede tener) más cuerpos que el cuerpo físico. Porque Pablo habla del Hombre como si tuviera ya un segundo cuerpo, mientras que Cristo nos enseña que el hombre debe nacer de nuevo. En los Evangelios Cristo dice que a menos que el hombre renazca, no podrá entrar en el Reino de los Cielos. El nacimiento quiere decir un cuerpo y el Renacimiento un segundo cuerpo. Renacer es tener un segundo cuerpo. Sabemos que Cristo estaba transfigurado y apareció a sus discípulos en otro cuerpo. Además, San Pablo se refiere al cuerpo natural y al cuerpo espiritual del Hombre. |