La Carabela "El Falso Yo" ha zarpado sobre heladas aguas el lunes 6 próximo pasado.
Por orden incuestionable del Comité Central, un marinero ha quedado en tierra firme.
La primera semana ha transcurrido a ritmo adaptativo, con tripulantes asumiendo, reconociendo y comenzando a ejercer sus roles de a bordo, preparándose gradualmente para el verdadero Trabajo, con sereno pero decidido temple. Todo lo cual no ha impedido compartir con alegría en cubierta el brindis por el onomástico de un compañero.
Al día de la fecha, se ha dado cumplimiento unánime a los reportes de la primera tarea marina, comenzándose la práctica de la segunda.
El viento nos impulsa, la aguja náutica busca el norte, la bitácora abre sus páginas…

Afectuoso saludo a las tripulaciones hermanas y los mejores deseos a todos en esta travesía.
Beatriz

La Carabela El Falso Yo -con algunos tambaleos- continúa su travesía, adentrándose en un mar que gradualmente va tornando sus aguas más frías y profundas.
Se han constatado algunas irregularidades y negligencias en el cumplimiento de las funciones, omisiones en la comunicación de respuestas requeridas, y algunos reportes de segunda tarea presentados fuera de plazo (si bien éstos han sido cumplidos por todos los marinos).
Esos hechos provocaron un oportuno llamado de atención a toda la tripulación de parte de nuestra valiente Timonela, con el fin de hacer los ajustes necesarios en salvaguarda de nuestro Propósito Mayor. Confiamos en que así será, si cumplimos con compromiso y lealtad cada uno con nuestra parte.

Un afectuoso saludo a la Comunidad General,
Beatriz, telegrafista

Estimados compañeros/as de viaje y de la Comunidad toda, deseando saberles bien y con buen rumbo, y enviándoles un sincero abrazo de aliento desde la Carabela el Falso Yo, les cuento que nuestra tripulación continua navegando aún con dificultades...
Tratando de estabilizarnos en el ritmo de nuestros roles, luchando contra el sueño, las distracciones, autoengaños y resistencias que están a la orden del día.
Recordándonos permanentemente las herramientas imprescindibles en nuestro Trabajo marino.
Aprovechando cada práctica que tan generosamente se nos brinda, en este caso la cuarta, que concluimos en la medida de capacidad, comprensión e involucramiento de cada uno; teniendo la obligación de renovar nuestros votos de querer continuar de aquí en más con la travesía… debido a que la disciplina aumenta con cada nueva tarea.
Retroalimentándonos e impulsándonos mutuamente a través de las experiencias compartidas en los reportes, los que a la fecha han sido cumplidos por todos a excepción de un compañero que aún no aparece en cubierta ni en su camarote.
Elevando juntos a diario una plegaria que nos impregne fuerzas, sinceridad, esperanza.
Con el corazón más que agradecido.

Cordialmente; Beatriz/telegrafista