Cada noche , desde hace más o menos dos años, ya metida en la cama, preparo mentalmente lo que quiero hacer al día siguiente. Y me doy un horario que abarque lo que pretendo o me he comprometido con anterioridad a hacer en ese día, y además un márgen para los imprevistos. Y cada noche , ya metida en la cama, antes de todo eso, repaso si lo preparado la noche anterior se cumplió.
Parecerá que cumplir con rigor ese horario tiene trazas de tiranía , pero con el tiempo a mi me parece que se ha ido suavizando y se ha convertido en una tirania buena .
Fuí yo misma, la que sin que nadie me dijera que debia hacerlo , la que fué descubriendo que esa forma de conducirme cada dia me era más necesaria para realizar los esfuerzos que supone mantener las etapas ( y encima secuencialmente ) de lo preparado la noche anterior , sin agobiarme, sin fatigarme en su cumplimiento . Alguna vez, me paraba en mitad de la mañana e intentaba analizar si ese comportamiento , ese intentar seguir a rajatabla lo trazado era a fin de cuentas un sutil sometimiento, pero poco duraba ese pensamiento porque la inercia me llevaba rápidamente a ver que simplemente divido las 24 hora del dia en etapas y mi meta es cumplirlas todas.
Creo que puede ser también una forma de " trabajo " porque decidir cada vez, seguir con cada una de esas etapas, me hace despertar más veces. También el establecer un tiempo, una hora para todo me dá la oportunidad de recordar, de ver los esfuerzos que tengo que hacer para que la vida no me arrastre a la mecanicidad. Porque ser tenaz en la defensa de ese horario me hace usar la tercera fuerza.
Desde que me levanto hasta que me acuesto intento que mi vida sea un trabajo completo y aunque a veces parezco una esclava de la distribucion de mi tiempo, es el precio que tengo que pagar para obtener al menos un buen aprovechamiento del mismo ( entre otras cosas.........)