Siguiendo las sugerencias de un querido amigo durante estas fiestas
navideñas me dedique a observar mi entorno y a mi dentro de este entorno
durante el torbellino de las recién pasadas fiestas navideñas.
Como todos los años viaje a la provincia donde nací, donde todavía reside
mi Sra. madre, para estar con mi familia en estas festividades. ... .. En
esta oportunidad con un "algo" de sentir diferente..... la hileras de mis
años de juventud pasaron volando delante de mis ojos como si se tratase de
un sueño confuso.
Definitivamente que fue bien enriquecedor poder observar, lo diverso del
diario vivir de mis amigos de infancia, de mis primos, de mis tíos. los
habitantes de este pueblo solo lo abandonan en contadas ocasiones, si acaso,
para ir a las festividades de los pueblos vecinos, o para venir a la
capital, los que en ocasiones vienen. Pude ver y sentir que los seres
humanos nos encontramos inmersos en una especie de remolino, una contra
corriente que nos da la impresión de que nos movemos, cuando en realidad, en
esencia permanecemos fijos, estáticos. Es como una fuerza que nos mueve
hacia la cotidianidad, lo tradicional, hacia lo conocido, hacia lo que hacen
las masas, y son muy pocos los que se oponen a esa fuerza que nos mantiene
como presos y no nos permite continuar nuestro viaje de la conciencia.
Vivimos en un continuo repetir, repetir y repetir sin embargo nos
entregamos a este repetir como si de algo nuevo se tratara.
Pude observar: Como repetimos gestos, posturas, conversaciones que se hacen
aburridas, repetimos y repetimos proyectos incumplidos año, tras año, los
cuales sin darnos cuenta renovamos cada 31 en la noche. Repetimos rituales,
las doce uvas, las maletas, las lentejas, la ropa interior y pare Ud., de
contar sin siquiera cuestionarnos si vale la pena perder el tiempo en estas
pendejadas. Se toma licor a granel, en Venezuela y creo que en gran parte de
nuestros países latinos todo se festeja con un "palo" e ron. Nos vamos
empobreciendo lentamente y cada día más y lo peor de todo es que ni cuenta
nos damos . La mayoría de nuestras actuaciones están justificadas en función
de algo o de alguien, no hay equivoco aparente, todos somos buenos en la
medida en que nos lo permiten los sueños a los cuales estamos
acostumbrados.
Manipulamos a diestras y siniestras conceptos, hechos, experiencias, como
se haría en cualquier documento "legal", buscando obtener un resultado. Un
resultado de cual tampoco estamos conscientes de querer. Tal parece que la
vida se convierte en un maniobrar permanente de estas palabras conceptos y
hechos y nada tomamos como un verdadero desafió, sin quejarnos.
Todos estamos presos y es esa prisión la que nos hace comportarnos de tan
mísera manera. El mundo ordinario se hace inmutable y pensamos que una vez
alcanzadas las metas de las que nos hacemos eco, nos convertimos en
campeones para siempre, en un producto terminado... .Todo esto me recuerda a
Nietzsche: "He encontrado que todos los vanidosos son buenos actores:
representan y quieren que se disfrute contemplándolos, todo su espíritu está
en esta voluntad. Representan e inventan. ......y los contemplo por que me
sujetan al hombre como un espectáculo."
Eso es lo que he podido evidenciar en mi observación de mi y de otros; el
mundo está lleno de vanidad, y el hombre perdido como esta es un verdadero
espectáculo.. Por eso doy gracias al cielo por haberme encontrado con el
trabajo.
Y creo estar encaminada en la dirección correcta, en la dirección de lo
posible, de la posibilidad de lo que puedo llegar a ser.
Actualmente me veo en la multitud, en la masa, como una máquina más, pero a
diferencias de otros tiempos puedo ver, puedo sentir que existen un mundo de
posibilidades en mi interior que se pueden desarrollar y hacia ellas es que
estoy dirigiendo todas mis baterías....
En el tiempo que tengo realizando el trabajo practico, he ido comprendiendo
que es una necesidad moverse, pero moverse realmente hacia lo que queremos,
de lo contrario nunca lo obtendremos, sin esfuerzo nada lograremos. No es
nada fácil.... nadie ha dicho que lo sea. No es fácil porque debemos
mantenernos atentos, poner nuestra "total atención" en lo verdadero,
mantener nuestra atención en los hábitos perniciosos que nos mantienen
atrapados, para poder ir liberándonos de ellos, pero la atención es como una
fuerza que se nos escapa al menor pestañeo, al menor movimiento, por lo que
debemos trabajar, luchar fuertemente para mantenerla con nosotros.
El trabajo me ha dado seguridad, me ha ido dando un sentir diferente, creo
que soy la misma, pero no lo soy. He descubierto que mi mayor obstáculo
para llegar a donde quiero ir soy yo. Veo con más claridad como los humanos
nos enamoramos perdidamente de nuestras circunstancias por miserables que
estas sean y a ellas nos apegamos terriblemente como una tachuela. Nos
hacemos miserables a nosotros mismos sin que nadie más intervenga, ahora lo
he llegado a comprender. Y hacia este buscar comprender me muevo, quizás
mas lento de lo que quisiera, pero continuo moviéndome hacia lo que
realmente deseo.
Todos los días doy gracias a lo superior al igual que pido su ayuda para
mantenerme en el trabajo, aquí es donde deseo con todas mis fuerzas estar.
No puedo obviar dar las gracias a nuestro incondicional guía: Don Carlos.
Gracias mil.
Se le quiere, y permanezcan atentos en la observación de si.
Cariños,
Mireya Yegres.