Casi todo lo que hemos hecho hasta ahora ha estado volcado hacia el exterior: la vida exterior ha absorbido la casi totalidad de nuestra vida. El tiempo consagrado a volvernos realmente hacia nosotros mismos y nuestra vida interior es ínfimo en comparación. En el transcurso de nuestra instrucción, nuestros estudios, nuestras actividades en la vida, casi todo ha estado volcado hacia el exterior. Nos hemos volcado hacia un saber exterior a nosotros, hemos aprendido a mirar u observar nuestro alrededor y a actuar sobre la gente, las cosas, las circunstancias exteriores. Aun nuestras “oraciones”, la mayoría de las veces, han estado volcadas hacia el exterior, hacia un Dios exterior. Muy poco hemos aprendido a volvernos hacia dentro de nosotros mismos: sólo en ciertos momentos y de modo episódico. Si, no obstante, queremos alcanzar en nuestra vida unas metas que sean nuestras, si deseamos una vida cuyas obras y cualidades sean aquellas que nos sentimos llamados a hacer vivir y cuyas obras lleven el sello de las verdades que reconocemos, cierto es que ello no será posible mientras la vida exterior nos arrastre en todo momento. Necesitamos desarrollar en nosotros mismos una presencia fuerte, lúcida, estable, capaz, para alcanzar sus metas, de servirse de las fuerzas que le ayudan y de resistir a las atracciones contrarias de la vida: necesitamos primero ser plenamente nosotros mismos frente a la vida y a través de ella.
Fragmento: Jean Vaysse Hacia el despertar a sí mismo, pp.171-172
..Hablaba sobre la necesidad de luchar contra uno mismo, en la práctica y no sólo en la teoría. Recomendaba a los alumnos marcar un tiempo definido y tomar la decisión de trabajar durante ese tiempo. Si uno no puede trabajar,uno debería leer, pensar o hablar sobre eso. Incluso, si uno no hace nada relacionado con el Trabajo, uno no ...debería hacer nada diferente; simplemente estar. Relaciónenlo con un hábito fuerte, como fumar o comer. No fume si no ha llevado a cabo lo que decidió hacer.No quería ser llevado por el entusiasmo, pero sentí muy fuertemente que necesitaba luchar conmigo mismo en la práctica, en la vida de todos los días; de otra manera, lo único que tengo son teorías y bellas palabras. Me di cuenta de que necesitaba una práctica de trabajo interior. Si pienso hacer algo, me descubro de inmediato inventando excusas. Lo que se necesita es una renovación continua de la práctica del Trabajo.
Mme de Salzmann