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EL CUARTO CAMINO DE GURDJIEFF-BENNETT
 
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General: ME PREPARO PARA DESPERTAR - JEAN HEAP
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De: Buscadordelcamino  (Mensaje original) Enviado: 04/05/2013 02:53

NOTAS DE JEAN HEAP-DISCÍPULA DE GURDJIEFF


10. Me preparo para despertar

Es importante darse cuenta en qué medida pertenecemos a todas las cosas: al tiempo, a toda la gente que nos rodea, a los diarios… nosotros pertenecemos a todas esas cosas. Tenemos que darnos cuenta no solo con la mente sino también tanto como podamos, con todo nuestro ser.

El hombre está involucrado en su mentira pero cree que es libre. Si está interesado en el trabajo, puede que encuentre algún esfuerzo posible, pero nunca hallará por sí mismo lo que es necesario para la terrible batalla que enfrentará. En este trabajo no tratamos de evitar una dificultad, ni al comienzo tratamos de crear dificultades, solamente a veces tratamos de evitar una dificultad. Pero si hay demasiadas emociones negativas, puede ser que los grupos o los Movimientos no puedan ser de ayuda.

Cuando evitamos una dificultad, nos privamos a nosotros mismos de observar cuando estamos más en el afuera. Nos perdemos a nosotros mismos y nuestro temperamento porque tratamos de hacer todo emocionalmente. Sin una cabeza despierta sobre los hombros manejamos las cosas ordinarias, las organizamos, las planeamos. Apuros y demasiada dispersión. A veces, puede no haber un mejor ejercicio que tratar de ser honesto, no siempre evitando la dificultad. Enfrentemos esto tanto como podamos, observando cuán fácilmente llegamos a dispersarnos: las calles, los negocios, la gente, los avisos, todo eso nos absorbe.

¿Deseamos honestamente escapar de esas influencias? Muy poco en nosotros lo desea.
Debemos enfrentarnos a eso: que una parte de nosotros está siempre deseando vivir en el afuera. El hecho extraño, que no podemos comprender ahora, nos da una impresión de la vida, de una vida por la que no hemos pagado. Ser una máquina es una situación muy dolorosa para el hombre, objetivamente. Pero subjetivamente, para un hombre pasivo e infantil, -y nosotros somos todos así, -¿qué es más fácil que estar en esa situación, ser mecánico siempre, mecánico por las influencias? Incluso no intentamos pensar o sentir algo. Nos han dado asociaciones que son caricaturas de los pensamientos. Se nos han dado sentimientos buenos-para-nada, pero nos los han dado, no debemos ir y elegirlos, sino que nos han sido dados: y nos sentimos contentos por eso, llenos de entusiasmo, o por el contrario desaprobamos fuertemente algo; todos esos sentimientos pasan a través nuestro todo el tiempo. Y tenemos la impresión de que pensamos, de que sentimos, de que nos movemos.

Observemos los avisos de publicidad. Luego rehusémonos a mirarlos, entonces sentimos que nos perdemos algo, y nos damos cuenta cuánto somos influenciados por ellos, mucho más aún que cuando los miramos. A veces debemos contradecir fuertemente lo que vamos a experimentar. No ingenuamente, creyendo que por eso, vamos a cambiar nuestro funcionamiento ahora, sino con el motivo de experimentar la fuerza de las emociones mecánicas. También en esta lucha podemos experimentar que existe un pequeño poder, que es finalmente nuestra única esperanza. Tendremos por el momento que aceptar el actual estado de las cosas, que nosotros tenemos no 10, 20 o 30 cadenas sino 1000 que nos separan increíblemente.

Estamos siempre aceptando y permitiéndonos pensar que nosotros SOMOS, ¡esa palabra misteriosa! El objetivo del trabajo: SER. ¿Podemos decir que comprendemos que a través de cada experiencia SOMOS un poco más? Debemos ver si vamos a comprender más eso, pues estamos yendo hacia algo que no comprendemos –el SER- y si no, ¿dónde estaría el sentido de esa palabra? No habría nada nuevo si nos condujera hacia algo que ya hemos tenido, pero el trabajo nos conduce hacia algo completamente diferente: el SER.

Primero debemos ser lo que el Sr. Gurdjieff llamó “un buen egoísta”, o sea, aprender cómo hacer las cosas en aras de nuestra propia realidad, no siempre de nuestra irrealidad, de nuestra imaginación, o de la imaginación que tenemos de los otros. Debemos ser cuidadosos al ser sinceros, sino podemos distorsionar las cosas. Debemos saber que es en aras de ese sí mismo que no podemos por el momento llamar el verdadero sí mismo, porque él aparece tan raramente y no estamos seguros si somos, sino en aras de nuestra búsqueda, de nuestro trabajo para un mayor conocimiento de todo nuestro sí mismo. Si esa es toda la verdad, que tenemos mucho de invención, mucho de irrealidad, pero que también hay algo un poco más real cuando estamos tratando de buscar. Debemos tratar de ser muy, muy sinceros. Es muy fácil, si no somos inteligentes, llevar una mentira a nuestro trabajo. No hemos estudiado esto mucho: la sinceridad en uno mismo es muy difícil.

No hagamos experiencias accidentales. No tratemos de realizar demasiadas cosas. Mucho se puede obtener, bueno y malo, de las experiencias que tratamos de hacer. Mientras traigamos nuestras observaciones cada semana al grupo, evitaremos errar demasiado pues el grupo es un instrumento de verificación y puede poner las cosas en su lugar correcto. Seamos muy cuidadosos en lo que se refiere a las experiencias cuando estamos solos.

Informe de una experiencia: “ En un estado recogido, comencé a leer, estando consciente por poco tiempo de mí mismo y de que estaba leyendo, luego llegué a una parte muy interesante y antes de darme cuenta, estaba completamente perdido en el libro. Cuando me di cuenta, traté de observar lo que había pasado. Cuando había comenzado a leer con una atención un poco dividida, allí había llegado una interferencia desde el lado emocional y había tomado toda esa atención sobre mí mismo o casi toda, porque noté que cuando comencé a leer si bien estaba muy relajado físicamente, sin tensiones, estaba también muy entusiasmado con el libro y entonces fue un estado completamente diferente.”

La atención puede estar dividida en una forma correcta si sabemos cómo o la atención puede estar dispersa, lo que podría parecer como algo similar. Por ejemplo: Una madre joven puede estar observando a su hijo, mientras lava y al mismo tiempo sentir una emoción acerca de lo difícil o aburrida que su vida es, o sea, la atención está dividida en partes. La atención es el fenómeno más extraordinario que podemos estudiar, quizás podamos tener la impresión de que está dividida cuando en realidad está solo dispersa. Podemos coser y escuchar la radio y podemos estar relativamente alerta acerca de lo que en la radio se dice y de lo que estoy haciendo. Algunas personas pueden llegar a ser inteligentes con respecto a esto habitualmente, pero por supuesto no tiene nada que ver con la atención dividida. Lo esencial de la atención dividida es que parte de mi atención mantiene contacto conmigo mismo.

Los Movimientos: Poco a poco todas las clases de atención deben llegar a estar relacionadas con algo central. Este es nuestro objetivo pero por el momento no lo podemos alcanzar, incluso en los Movimientos, aunque podemos aproximarnos un poco más a ello. Podemos sentir en los Movimientos a veces que estamos reunidos de cierta forma, que la cabeza y el centro motor trabajan juntos, que mis emociones permanecen aquí, que tenemos, no una fuerte sensación de presencia, sino cierta alertidad de nosotros mismos.

Allí en la clase de Movimientos esto se da. La influencia, no es tan fuerte como la de la calle, pero aquí también trabajamos bajo una influencia, la influencia de los grupos donde nos preguntamos sin piedad: ¿Quiénes somos? ¿Cómo trabajamos? ¿Qué estamos haciendo con nuestra vida, con nuestro sí mismo? Al mismo tiempo, es una influencia, es algo dado, no es SER. Nos es dado un lejano sabor de, quizás, lo que podría significar SER. Ahora, nuestra pregunta es: ¿Cómo es que no puedo obtener al menos algo más de esto por mis propios esfuerzos?

Mantengamos esta pregunta, estemos involucrados con esta pregunta, nos involucra tanto como muchas de las cuestiones de la vida diaria. ¿Deseamos ser capaces? ¿Lo deseamos? Pensamos el Trabajo ahora por asociaciones, porque ahora el Trabajo, como cualquier cosa, está en nuestra maquinaria, ha entrado en nuestra maquinaria y funciona allí también como una influencia ordinaria funciona, ¡pero el Trabajo no ha sido dado PARA la maquinaria! Mientras que permanezca allí no es útil. Pensar correctamente significa darse cuenta que el resultado del Trabajo está viniendo a mí por una asociación, por una oportunidad.

El pensamiento del Trabajo siempre es: ¿está re-unido en sí? ¿Está religado? ¿Puede ser eso? Si eso es posible, entonces algo más es posible. Si podemos hacer alguna preparación, si podemos no ser tan dispersos, tan perezosos, como para re-ligarnos un poco, solo un poco, entonces nuestra preparación deberá incluir esto: cuando piense en el Trabajo me sentiré obligado a tratar algo y a estar religado.
Si no, mi preparación no significa nada, ¿me preparo para qué? ¡Me preparo para dormir! ¡Eso es posible sin ninguna preparación! Me preparo para despertar, y eso para mí, es el comienzo de un despertar, solo el comienzo.

Tratemos de observar qué nos toma cuando caminamos por la calle.
Las influencias emocionales podemos recibirlas en realidad como un choque, podemos experimentarlas como un choque. Si estamos completamente dormidos, nos damos cuenta de poco, porque estamos tan identificados con algo, tan inmediatamente repletos de cualquier respuesta negativa que pueda darse, cuando somos atacados. Al mismo tiempo cuando estamos relativamente conscientes de nosotros mismos, muy relativamente presentes en nosotros mismos, es más difícil que las diferentes influencias nos movilicen. Verifiquémoslo una y otra vez, estos momentos pueden no ser tan frecuentes en nosotros, cuando ocurren, podemos estar abiertos a ellos.

Las influencias, por así decirlo, se deslizarán dentro de nosotros pero después de un rato, nuestra atención se cansa y no podemos observarlas más, tenemos menos alertidad, y entonces nos dormimos, que es nuestro estado normal y ordinario. Estamos bajo la obligación de vivir nuestra vida dormidos. ¡Qué tragedia en nuestro trabajo comenzará cuando tengamos suficientes momentos de estar despiertos y nos enfrentemos a los momentos de ausencia! Mientras esto no pase, podremos sentirnos maravillosamente con las ideas, sostener que hemos hallado la verdad, pero nada todavía ha comenzado. Al mismo tiempo, estas experiencias nos darán mucho o poco, dependiendo de cuan profundamente anhelemos comprenderlas. Si hay un anhelo intenso de comprensión, de que estamos frente a algo totalmente desconocido, sería sin duda un descubrimiento increíblemente importante que podría transformar mi vida de arriba abajo, y entonces nos asombraríamos, nos cuestionaríamos.

¿Pensamos que un hombre lógico o mental podría dirigir la conducta del ser humano? Cada vez que el hombre confía a una sola parte de sí mismo, la dirección de todo el organismo, comete una falta consigo mismo. Hombre significaba llegar a ser uno, pero de nuevo no comprendemos lo que esto significa. El ideal para muchos parece ser que ellos puedan dirigir sus vidas desde sus cabezas. Ellos llegarían a ser personas muy imposibles para todas las demás e indudablemente para sí mismos.

Cada una de nuestras funciones comprende algo que las otras no pueden, ellas son como diferentes instrumentos, a una le es posible hacer esto, a otra hacer aquello, a la tercera, a hacer algo más. Ninguna de ellas recibe el título de maestro, ellas son solo sirvientes. En cuanto al maestro, él no está allí, él quizás está en algún lado dormido. Si fuera la cabeza, las emociones o el cuerpo el que toma el papel de maestro, podría llegar a ser más o menos satisfactorio, dependiendo de qué es lo que debe ser realizado o debe ser dicho, de todos modos siempre sería muy poco satisfactorio, pues es mecánico. ¿Pensamos que la mente es menos mecánica que el resto?

¿Cuál es nuestra meta? El Recuerdo de Si de alguna manera, el estar conectado. ¡Todo está tan disperso! No sé si es importante mientras intentamos hacerlo pero podría ser muy necesario si comenzamos a estudiarnos. No podemos separar el Recuerdo de Sí del estudio de sí, ni podemos separar el estudio del Recuerdo de sí. Esto es, si me recuerdo a mí mismo es siempre recordando que no me conozco a mí mismo. Entonces, si recuerdo un sí mismo que no conozco, ¿qué recuerdo? Es desconcertante. Yo recuerdo lo que puedo de sí mismo, que es muy poco, para llegar a conocerme más. Si no, continuaré conociendo una parte infinitesimal de mí mismo, y entonces me cansaré muy rápidamente de ello, yo me recuerdo lo que puedo de mí mismo para llegar a estudiarme. ¿No es así? Esto no lo debemos olvidar o nos llevará lo poco que podamos tener de alertidad al nivel de las cosas ordinarias, y perderemos nuestra meta. Nunca olvidemos que no nos conocemos. Ni a nosotros mismos ni al hombre que las otras personas conocen, y las otras personas nos conocen mejor que nosotros mismos. ¿Creemos eso? ¡No! Entonces nunca hemos pensado mucho acerca de estas cosas.

¿Creemos, por ejemplo, que cierto hombre realmente sabe que es un avaro? Su esposa lo sabe, y así el resto de la familia, y todos sus amigos, si tuviera alguno, pero ¿él realmente lo sabe? ¡Jamás! Hasta en las cosas ordinarias no nos conocemos a nosotros mismos, mucho menos en lo que nosotros somos fundamentalmente como seres humanos, qué posibilidades tenemos, o qué podemos llegar a ser. Debemos conocer todo si queremos creer. Es un programa muy difícil pero no debemos temer: si comprendemos cuán absolutamente necesario es.


Cada vez que pensemos que no hay esperanzas, estamos poniendo una gran piedra en nuestro camino, en el que ya hay suficientes. Si deseamos conocernos, se nos darán más momentos de alertidad de nosotros mismos muy rápidamente, SI este es realmente nuestro deseo. Pero nunca le serán dados a alguien que no lo desea. Obligarnos a creer, convencernos artificialmente no tiene sentido. Debe ser verdadero.

 


 



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