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De: Manuelucho (Mensaje original) |
Enviado: 16/11/2014 14:32 |
Desde que se fundó esta Comunidad hace por ahí unos 13 años , se han recibido importantísimas aportaciones, no solo de Don Carlos de la Garza, sino de muchos de sus miembros con sus valiosísimos testimonios sobre la validez de esta extraordinaria enseñanza espiritual, legada a la humanidad por el Maestro Gurdjieff.
Una de esas personas ha sido Mireya, una de las primeras compañeras de este grupo.
Aquí os dejo una interesantísima reflexión subida por ella, que habla muy claramente de lo que se puede lograr cuando se pone en práctica la enseñanza.
Espero que os aproveche y que no sea esta la única portación que subiremos.
Manuelucho.
De: ShakenShanti (Mensaje original)
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Enviado: 27/02/2004 02:25 p.m.
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¡Recuerda! Tú no eres tus pensamientos, ni tus sentimientos, ni tus ideas, ni tampoco tus proyectos. Eres simplemente "ese" estar consciente. Luego pase lo que pase, permanece consciente. Tu eres consciencia y esta identidad no puede desaparecer. Esta identidad no se puede negar. Todo lo demás puede ser denegado. La consciencia es el último sustrato, la última base. Este hecho no puede ser negado. No puedes negarlo, no puedes separarte de ella. Luego este es el proceso: "Eso" de lo que no puedes deshacerte, "eso" que no puede separarse de ti, eres tú; aquello de lo que te puedes deshacer no eres tu. Sientes dolor; unos momentos después ya no lo sientes, el dolor ya no está, pero tú sí.. La felicidad va y viene; estuvo presente y se irá, pero tú permanecerás aquí.
Un día tu cuerpo es joven, después envejece...Todo va y viene – los invitados van y vienen pero el dueño de la casa, tu conciencia, permanece.
Los místicos de la tradición Zen dicen: No te pierdas en la multitud de los invitados. Recuerda que eres el anfitrión. Recuerda que tu casa es la consciencia.
Que tu hogar es ser un observador consciente. Observa, ¿Qué es "eso" que permanece siempre presente en ti? Y... permanece fiel a ello, y no te identifiques con lo impermanente, permanece al margen de todo lo que va y viene. Pero nos identificamos con los invitados. El dueño de la casa está tan ocupado con los invitados, que se olvida de quien realmente es. Mulla Nasruddin hacía una fiesta para sus amigos y otra gente. La fiesta era enormemente aburrida, y a media noche todavía no se había terminado. Entonces un invitado que no conocía a Mulla le dice, "No he estado nunca en una fiesta así, tan absurda. Parece que no vaya a acabar nunca, y estoy tan aburrido que creo que me voy a marchar." Mulla le contesta, "Te iba a decir exactamente lo mismo. Yo tampoco he estado nunca en una fiesta tan aburrida y absurda. También estaba pensando en marcharme, pero no me atrevía.
“Y los dos se van juntos. Entonces, en la calle Mulla se acuerda y dice, "Aquí hay algo que no funciona, me acabo de dar cuenta de que... ¡yo soy el anfitrión!, luego perdóname pero, ¡Tengo que volver a la fiesta!" Esto nos ocurre a todos: el anfitrión se pierde, nos olvidamos a cada momento de que somos los dueños de la casa. Tú, eres el ser que observa, el anfitrión. El dolor viene y el placer le sigue; hay felicidad y hay miseria. Y cada momento, sea lo que sea que venga, te identificas con ello, te conviertes en el invitado. Recuerda que eres el dueño. Cuando entres en conflicto, recuerda que eres el anfitrión. Hay muchas clases de "invitados": placenteros, dolorosos; invitados que te gustarán, invitados que no te gustarán que sean tus invitados; invitados que te gustaría que estuvieran contigo toda la vida, invitados que te gustaría evitar - y todos ellos son invitados. Recuerda que eres el anfitrión. Recuerda continuamente que eres el dueño de la casa. Permanece en esta posición. Permanece en la posición del dueño; entonces se produce una separación. Se crea un espacio, un intervalo - el puente se rompe. En el momento en el que se rompe el puente, se produce el fenómeno de la renunciación. Entonces estás en ello, pero no formas parte de ello. Entonces puedes estar con el invitado y seguir siendo el anfitrión. No necesitas escapar de los invitados - no es necesario. No les envío la fuente, porque así me lo hicieron llegar.
Cariños
Mireya
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Muy bueno, una bocanada de aire fresco, gracias por compartir!!!
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Otro Mensaje de Mireya.
Querido Homero:
He seguido de muy cerca tus aportaciones, tus descubrimientos, basados en tu propia experiencia, pero siento que todavía estás muy apegado, a tus arrepentimientos, a tus circunstancias, a tu núcleo familiar, claro esta esto viendo tu vida desde el balcón de mi propio drama vivencial.
Después de todos estos años de búsqueda, he llegado a la conclusión que nada, nada es determinante, adicionalmente todo en la vida nos sirve para crecer, para madurar, para ser más objetivos. Si creemos en la vida como una fuerza que se mueve por si misma, entonces todo lo que nos sucede es por que lo hemos atraído de alguna manera hacia nosotros con nuestras posiciones o simplemente teníamos que vivirlo, el problema radica en que todo lo que nos sucede lo vivimos dormidos, no nos damos cuenta conscientemente de lo que esta sucediendo y nos identificamos con esas circunstancia y hacemos de la vida un perfecto infierno.
Yo no se si he progresado en algo con el "Trabajo", realmente no lo se, porque tampoco tengo claro donde es que quiero llegar, o si existe algo donde llegar, no lo se, pueda que lo perciba, pueda que logre sentir que existe algo que alcanzar y en función de eso me muevo pero lo que si te puedo decir con toda seguridad es que mi vida ahora no es ni la sombra de lo que era cuando comencé con el "trabajo", ahora me puedo dar cuenta claramente que los demás no tenían nada que ver con lo que "supuestamente" me sucedía, nada que ver con las enredadas telarañas que yo misma me formaba, he ido manejando los años y años de condicionamiento mental, y he ido reconociendo que mucho de esto era autoimpuesto.
He comprendido que en muchas oportunidades los otros no nos piden nada, solo están allí con sus egoísmos, y condicionamientos, dormidos al igual que nosotros, pero en nuestras marañas mentales los vemos como los malos de la partida, los que nos exprimen, los que nos succionan hasta los tuétanos. Realmente, Homero, creo que los demás y las circunstancias tienen sobre ti la autoridad y el poder que tú mismo le otorgas ni más, ni menos.
El proceso de controlar y reprimir y disciplinar, no es nada nuevo, es enseñado en todas las escuelas, por todas las religiones, y es practicado en la mayoría de nuestros hogares, no solo en el tuyo, esto ha sido patrimonio de la humanidad entera, y debido a esta falaz enseñanza la humanidad no se ha movido un solo centímetro – permanece bárbara. Es por esto que nos estamos matando unos a otros. No toma un solo momento para que nos perdamos nosotros mismos; y nos olvidamos completamente que somos seres humanos.
Lo único que puedo recomendarte, si es que de algo te sirve, es que intentes vivir tan vigilante como te sea posible, obsérvate, obsérvate, cada vez que te pierdas vuelve y vuelve a traerte, no importa cuantas veces tengas que hacerlo durante el día, no te des por vencido, vuelve a ti mismo, vive más apegado a tu cuerpo, a tus sensaciones. A veces viejos hábitos, viejos recuerdos pueden revivir, pero no te preocupes por ellos; ellos son como escarcha de nieve en una estufa al rojo vivo, ellos desaparecerán por su propia cuenta. Tú, Homero, simplemente observa, no te preocupes, no te perturbes, no te molestes, solo observa.
Me he ido dando cuenta que el observar: es la única meditación que existe, todas las demás son variante del mismo fenómeno.
Cuando estás despierto te alejas de las tumultuosas aguas de la duda, la ansiedad, la preocupación, el miedo y la ira. Tu atención te coloca como sobre un puente viendo un río bien agitado, es como si siguieras viendo el caos pero ya no te identificas con él, sigue sucediendo pero tu no eres parte de ese agite.
Y disculpa la intromisión en tu vida, pero quizás al contarte mi experiencia no te sientas tan solo, y te ayude a seguir construyendo tu propia experiencia sin inmiscuir para nada a otros, quizás tu mujer, tus hermanos, tu señora madre, sean los maestros que te puso allí la vida, para que aprendieras lo que tienes que aprender, quizás sin ellos nunca hubieses buscado un camino para salir en busca de tu propio "SER".
Se te quiere,
Mireya Yegres |
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Otro muy buen aporte, últimamente la mayoría de los textos referidos al Cuarto Camino me conmueven, y hasta me emocionan hasta las lágrimas, y esta no es la excepción.
Algo está cediendo...
Gracias Manuelucho!!! |
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Gracias Homero por volver a compartir este reporte de Mireya, de una claridad meridiana!!!!
Seguimos en el intento!!!
Un besote enorme
cecilia |
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Gracias Tony por volver a colgar este escrito de Mireya, es uno de los que más conservo en la memoria, gracias!!!!!
un besote
cecilia |
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