Mi hermano Oscar:

Siempre me impactas profundamente con esas narraciones maravillosas, y ahora le tocó el turno a Ulises y su Odisea. Y con que precisión nos alertas sobre esa experiencia de Ulises, sobre ese trabajo tan sufrido para poder superar y dejar atrás ese canto de sirenas; para dejar atrás todos esos condicionamientos mentales y emocionales que hemos confundido con lo que realmente somos. Esos cantos de sirenas son similares a las quejas de los pájaros que nos expone Attar el Perfumeo, y que hace unos pocos días atrás recordé en una aportación. ¡Quejas, lamentos, ayees lastimeros, conmiseraciones, identificaciones, etc!

Pasar del punto 4 al punto 5 del Eneagrama, se supone que es cuando pasamos de la lucha y esfuerzos conscientes sobre nuestro propio ser, a los sacrificios intencionales sobre nuestro propio ser.,,
Digamos que en el 4 alimentamos y fortalecemos nuestro propio ser (que acá entre nosotros sólo significa engrandecer nuestro propio ego, o mayordomo substituto); y que en el 5 debo ir sacrificando muchas cosas que realmente me pertenecen o a las que estoy apegado o con lo que me identifico, hasta que se presente el sacrificio último, morir a lo que siento ser, o muerte del yo o ego...

Es real que Ulises superó ese canto de sirenas (cantos que decían: "tú eres un hombre poderoso, de mucho conocimiento, y hasta puedes caminar sobre las brasas ardientes, etc., etc."), pasó del punto 4 al 5. Pero en ese punto 5 nuestro Ulises todavía siente existir, siente ser algo, tiene muchos recuerdos de cosas que siente ser: esposo de Penélope, padre de Telémaco, y su reino en Ítaca. Pues precisamente en ese punto 5 Ulises debe morir a todo eso, y finalmente morir a eso que siente ser él mismo, su propio ego al que puedo llamar Esencia... 

Pero vaya dilema: "Ulises no puede matarse a sí mismo", "el ego no puede desear morir por sí mismo". 
Desde luego que hay un Trabajo que está en nuestras posibilidades en ese punto 5: "disminuirnos, o volvernos humildes, con menos ego". 
¿Pero cómo intentar ese Trabajo posible?

Pues dejando de confiar en nuestra propia voluntad, dejar de confiar en uno mismo; y empezar a confiar en algo más grande o superior a eso que sentimos ser. 

En el Eneagrama aparece ese "Espiral" Gurdjieff - Bennett El Cuarto Camino. Del punto 8 o Resultin, como diría Gurdjieff, desciende una flecha precisamente dirigida al punto 5. 
Al parecer nos quieren decir: "permítete confiar y ser guiado por lo que será el Resultado Final, o por la Meta". 

Como si nos dijeran: "ya no confíes en lo que sientes que eres y has sido, sino confía en lo que puedes llegar a ser"...

Confiar en lo que puedo llegar a ser en vez de lo que siento ser, es una renuncia, es una muerte auténtica, es el pago para ser aceptado a la diestra del Señor. 

Claro que sí, no pueden existir dos amos: yo y el Señor, uno tiene que morir, y esa muerte sólo puede acontecer con la ayuda del Señor. ¡Amarás al Señor sobre todas las cosas!
¡Aquel que se ama más a sí mismo que a su Señor... quedará fuera!

Como lo indicó Gurdjieff, el punto 5 es el lugar más remoto, el lloro y crujir de dientes: "tan lejos del principio, tantos esfuerzos, luchas y experiencias vividas por años y años", y "tan lejos del final, de la meta, que nos debe jalar, atraer". 

Todo el Cuarto Camino está destinado a llegar a ese punto 5, ahí es donde existe la posibilidad de morir y renacer, de transformarnos, de volvernos parte del círculo consciente de la humanidad. 

Existen dos ayudas, o dos Aliados, una desde el punto 8 o meta final, y otra en el punto 6 donde entrará algo desde el exterior para darnos un impulso adicional. Ese punto 6 unos le llamamos: "El Trabajo", otros le llaman "Dios", otros más le llaman "Impresiones o Imágenes Superiores". Desde luego, de nada sirve hacernos una imagen de Dios o del Trabajo, pero quizá existan por ahí Imágenes Sagradas que nos han legado desde la Fuente donde la Misericordia es actuante...

Hermano Oscar, mi amado Cóndor Andino, qué maravillosos misterios encierra este "Trabajo", o esta "Enseñanza Desconocida", o esta "Búsqueda de lo Milagroso", que puede abrir sus brazos llenos de compasión a aquellos auténticos "Buscadores de la Verdad", como lo eres tú para mí... 

Un abrazo colmado de mi ser para ti y para tu familia completita...

Carlos