Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

EL CUARTO CAMINO DE GURDJIEFF-BENNETT
¡ Feliz Cumpleaños Pétreo !                                                                                           ¡ Feliz Cumpleaños Amatista777 !
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 General 
 1.- CURSO BREVE SOBRE LA ATENCION 
 2- CURSO LENGUAJE 
 3.- CURSO YOES 
 Curso de Crecimiento-Nivel 1 
 Curso de Evangelios 
 Curso Fragmentos Enseñanza desconocida 
 Curso Psicología Posible Evolución Homb 
 SITTING 
 LIBROS 
 CUENTOS 
 DICCIONARIO 
 VIDEOS 
 COMPARTIR 
 MÚSICA 
 Curso de Observación de Sí 
 Reportes Cronistas Expediciones 
 Curso de Observación de Si 2 
 Curso de Observacion de Si, 3 
 EL CAMINO DE UN HOMBRE 
 Seminario Barcelona 2012 
 CURSO DE SIMBOLOGÍA 
 Cronista Curso de Cuentos 
 Cronista Curso de Octavas/2013 
 GRUPO BARCELONA 
 PLEGARIA 
 Notas de JANE HEAP 
 TALLER DE CHAKRAS 
 
 
  Herramientas
 
General: Estar presente a tu propia vida:
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: LUISWAYUU - ASHSHUA  (Mensaje original) Enviado: 11/01/2018 18:08

                                                                                          Fellowship of Friends

   





Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: LUISWAYUU - ASHSHUA Enviado: 12/01/2018 01:52

Estar presente a tu propia vida

¿Qué significa estar presentes a nuestra vida? Hemos sido acostumbrados a pasar por nuestra vida con poca o ninguna presencia. Sí, nos damos cuenta de las cosas: podemos concentrarnos en algo y dirigir nuestra atención a los detalles y panoramas. Pero estar presente significa algo más: significa darse cuenta del mundo exterior en el que se está actuando y simultáneamente observar cómo el mundo interno es estimulado por el mundo externo.

La percepción que nos acompaña a lo largo del día es automática. Pero ir más allá de este nivel de consciencia requiere un esfuerzo intencional, un esfuerzo que sólo puede venir de nosotros y que tenemos que sostener nosotros. Como no es automático, necesitamos aprender cómo hacer este esfuerzo y recibir ayuda para sostenerlo.

Para que un sistema para despertar sea verdaderamente práctico, cada persona debe ser capaz de verificar si sus técnicas le funcionan. Verificar quiere decir demostrarse a sí mismo que algo es verdadero o no. Como fundamento del trabajo espiritual, la verificación le permite a cada persona adquirir una relación directa con el despertar. El trabajo espiritual revela si uno está despierto o dormido en el momento.

El Ser Superior:

Comenzamos a entender qué es divino por medio de nuestros esfuerzos por estar presentes. Presencia es consciencia. Ya que la presencia sostenida o continua solamente se logra con esfuerzo, con el tiempo reconocemos que estar presente, estar verdaderamente despierto, es la más rara y alta de las experiencias. Es una experiencia que puede ser fácilmente subvaluada, pero que cuando es lo bastante profunda nos muestra qué es real y qué no lo es. Sin presencia realmente no tenemos nada salvo nuestra energía física y nuestras posesiones. Con presencia tenemos nuestro ser, nuestro Ser Superior.

El Ser Superior es nuestro Ser verdadero. Es nuestra Naturaleza Divina. Es la parte en nosotros que es inmortal y sobrevive la muerte.

Nuestro Ser Superior surge más definidamente cuanto más estamos presentes, y cuanto más profunda es nuestra presencia. A través de los siglos la literatura esotérica ha descripto la experiencia del Ser Superior en una miríada de formas: el dios Ra en Egipto; el estado budista del nirvana; el Jardín del Edén y el Sabath de la tradición judeo-cristiana; el Tercer Ojo del zen; la Amada en la literatura sufi, y, en tiempos más modernos, el Yo Real, opuesto a los muchos �??yoes�?? de nuestra vida mecánica.


La imaginación y el ser inferior:

¿Por qué no estamos presentes a nuestra vida? ¿Por qué no llegamos a esta verdad simple por nosotros mismos? ¿Por qué nos la tiene que decir alguien y por qué necesitamos la guía de un maestro despierto con el fin de sostener nuestra presencia con cierta frecuencia?

La respuesta a estas preguntas es que a lo largo de nuestra vida hemos querido siempre algo más que la presencia de nuestro verdadero Ser. Y porque lo quisimos más, esto es lo que recibimos. Lo que hemos querido por sobre todo lo demás es la imaginación.

La imaginación es el mundo de los sueños y de la charla interior. La imaginación casi siempre controla nuestro estado interno. Podemos estar sumergidos en un sueño, a tal punto que no oigamos o veamos lo que está alrededor nuestro para nada; el mismo sueño llena nuestra mente y sensaciones tanto, que se vuelve la experiencia principal del momento. Si efectuamos algún trabajo intencional o de otra forma tratamos de prestar atención a lo que hacemos, la imaginación todavía persiste con una firme corriente de charla y pensamiento al azar. Y en cualquier momento un nuevo pensamiento nos pone dentro de otro sueño u otro monólogo interno. Muchas circunstancias en nuestra vida se arreglan para que la imaginación pueda continuar sin obstáculos. Si podemos hacer algo con menos esfuerzo consciente de nuestra parte, nuestra inclinación es casi siempre la de tomar el camino fácil. La imaginación se decide por lo que es más fácil y nos convence de que todo está bien y que no es preciso preocuparnos por el presente.










 
©2025 - Gabitos - Todos los derechos reservados