Sr Gurdjieff. Extracto de "Fragmentos de una enseñanza desconocida" de P. Ouspensky.
"Para comprender la diferencia entre estados de conciencia, tenemos que
regresar al primero, que es el sueño. Este es un estado de conciencia
completamente subjetivo. Un hombre está sumergido en sus sueños, no
importa si los recuerda o no. Aun si al dormido le llegan algunas
impresiones reales, tales como sonidos, voces, calor, frío, sensaciones
de su propio cuerpo, no suscitan en él sino fantásticas
imágenes subjetivas. Luego el hombre se despierta. A primera vista éste
es un estado de conciencia completamente diferente. Puede moverse,
hablar con otras personas, hacer proyectos, ver peligros, evitarlos y
así sucesivamente. Parece lógico pensar que se encuentra en una
situación mejor que cuando estaba dormido. Pero, si profundizamos un
poco más las cosas, si echamos una mirada dentro de su mundo interior,
dentro de sus pensamientos, dentro de las causas de sus acciones,
comprenderemos que está casi en el mismo estado que cuando estaba
dormido. Y es peor aún, porque en el sueño él es pasivo, esto es, no
puede hacer nada. Por el contrario, en el estado de vigilia, puede hacer
algo todo el tiempo y los resultados de sus acciones repercutirán sobre
él y sobre lo que lo rodea. Y, sin embargo, no se recuerda a sí mismo.
Es una máquina, todo le sucede. No puede detener el flujo de sus
pensamientos, no puede controlar su imaginación, sus emociones, su
atención.
Vive en un mundo subjetivo de «quiero», «no quiero», «me
gusta», «no me gusta», «tengo ganas», «no tengo ganas», esto es, un
mundo hecho de lo que él cree que le gusta o no le gusta, de lo que él
cree que desea o no desea. No ve el mundo real. El mundo real le está
oculto por el muro de su imaginación. Vive en el sueño. Duerme. Y lo que
él llama su «conciencia lúcida» no es sino sueño — y un sueño mucho más
peligroso que su sueño de la noche, en su cama.”