Las impresiones * (G.I. Gurdjieff)
" el hombre nace como un mecanismo concebido para recibir impresiones
de todo tipo. La percepción de algunas impresiones comienza antes de
nacer. Después, durante el crecimiento se forman y perfeccionan otros
aparatos receptores, cada vez más. La estructura de estos receptores es
la misma en todas las partes del mecanismo. Recuerda la de los rodillos
de cera virgen de un fonógrafo. En estos rodillos o bobinas, se graban
todas las impresiones recibidas desde el día del nacimiento, y antes de
eso. Además, el mecanismo tiene un dispositivo automático, por el cual
todas las nuevas impresiones recibidas se conectan a las impresiones del
mismo tipo registradas anteriormente. Al mismo tiempo, se mantiene una
clasificación cronológica. De esta manera, cada impresión recibida se
transcriba en varios lugares en varios rodillos, y en estos rodillos se
conserva intacta. Lo que llamamos memoria es un dispositivo muy
imperfecto por el que sólo podemos disponer de una pequeña parte de
nuestra reserva de impresiones. Pero las impresiones, una vez
experimentadas, no se borran más, y se guardan en los rodillos donde
fueron mecanografiar. Numerosas experiencias hipnóticas han permitido
establecer que el hombre recuerda todo lo que ha vivido, hasta los
mínimos detalles. De hecho, él recuerda los mínimos detalles de su
ambiente, incluso la cara y la voz de la gente que tenía alrededor en su
primera infancia, cuando todavía parecía un ser inconsciente. A través
de la hipnosis es posible hacer girar todos estos rodillos, incluso los
perdidos en los rincones más profundos del inconsciente. Pero de vez en
cuando, después de algún trauma más o menos evidente, sucede que los
rodillos se hacen girar por sí mismos, y escenas, imágenes o caras
aparentemente olvidadas por mucho tiempo se remontan a la superficie.
Toda la vida psíquica del hombre no es más que el fluir de las
impresiones grabadas en los rodillos delante de la mirada de la mente.
Todas las particularidades de su concepción del mundo, todos los
aspectos característicos de su individualidad dependen del orden en que
ocurrieron esas grabaciones, y de la calidad de los rodillos que se
lleva dentro. Supongamos que una impresión sea transpuesta y grabada al
mismo tiempo que otra con la que no tiene nada en común; por ejemplo, un
hombre siente una música muy alegre en un momento de intenso trauma
psicológico como angustia o tristeza. Esa música siempre le causará la
misma emoción negativa y, al contrario, el sentimiento de angustia le
recordará siempre esa razón alegre. De la psicología este hecho se llama
asociación de pensamientos y sentimientos; pero la psicología no se da
cuenta de lo que el hombre está atado en estas asociaciones, sin poder
escapar nunca."
·
|