VIDA
Y TRABAJO
Este es un tema muy importante tenga uno mucho o poco tiempo en el
Trabajo: como llegar a una síntesis armónica con el Trabajo en nuestra
vida, y no como una yuxtaposición, aquí está el Trabajo, aquí está la
vida, y en realidad los dos no tienen una comprenetración suficiente.
Uno puede estar 20 años en el Trabajo, y todavía falta esta
compenetración, esta ósmosis, digamos, que es necesario para que los dos
formen algo en conjunto. Entonces tenemos que ver cuál es nuestro
problema. Les dije que ponemos el Trabajo al lado de la vida, pero en
realidad lo ponemos en el mismo nivel. El Trabajo no viene de las
influencias de la vida, sino de algo muy Alto. Es un TRABAJO ETERNO.
La vida cambia constantemente en forma cíclica; el Trabajo tiene otro
nivel. Este Trabajo, ¿qué cosa es en realidad? Lo llamamos Trabajo,
pero se compone de dos partes: una parte es la Sabiduría, que contiene
todas las leyes, lo que llamamos muchas veces la Teoría, pero que es una
cosa muy práctica, y que contiene la otra parte, que es el Método: cómo
aplicar estas leyes y estas ideas. Método, es lo masculino, y
Sabiduría es lo que contiene, lo femenino, y los dos tienen que unirse
en una Sagrada Unión: las Sagradas Nupcias. Esto lo tienen los hindúes
con su idea de la cópula de Shiva y Shakti; Shiva, lo masculino y
Shakti, lo femenino Entonces, esta unión de los dos hace al Trabajo, y
no es posible que a la larga uno se interese solamente en una parte,
por ejemplo, solamente en las ideas. No sería Trabajo sino una actitud
intelectual. Y lo mismo si tiene una actitud solamente emocional y dice:
¡UY! Son muy difíciles las leyes... y no llega a interesarse en la
Sabiduría del Trabajo, entonces no le crece la comprensión, la tiene muy
estrecha, solamente el propio yo, el propio mundo pequeño. Los dos
son necesarios, que se expresa en las palabras: "estudiar el Universo
según la Enseñanza, y estudiarse a sí mismo." Este es el Trabajo o
Enseñanza: viene de otro nivel. Nosotros vivimos en una línea del tiempo
horizontal, y pensamos siempre que el Trabajo está por delante de
nosotros, está allá, el próximo año, la próxima semana, en el tiempo, o
está ahí, delante de nosotros, en los libros, en los grupos, etc., pero
es un error, es nuestro pensamiento horizontal, chato, mecánico: el
Trabajo está en una línea vertical, está aquí, arriba en algún lugar.
Está en la línea de la eternidad, que cruza siempre la línea del tiempo;
está en algún lugar en ésta dirección. Pero eso necesita otra
visión, y ese es mi problema entre vida y Trabajo. Si no reconozco los
niveles, bajo el nivel del Trabajo a mi nivel de la vida, como si fuera
otra filosofía más, muy interesante o más interesante, pero no pienso
que viene de la parte consciente, que viene de las influencias C, que
viene desde arriba, de algo divino... Por eso veo el Trabajo como una
cosa temporal y no eterna, lo bajo de nivel a mis intereses, a mi
conveniencia, como bajamos el nivel del cielo, el nivel del Reino de
Dios. Este es el problema de la mecanicidad del hombre, y la mecanicidad
hasta en las partes tradicionales de la Iglesia, de la religión, de
todo, en todo baja el nivel, y ésto también es nuestro problema con el
Trabajo. Por ésto existe la regla, por ejemplo, de tratar de evitar, por
bastante tiempo, de hacer relaciones sociales con los otros en el
grupo, porque inmediatamente se baja el nivel, cuando comienzo a
discutir sobre las ideas, u otras cosas, en este momento ya el Trabajo
está en la línea del tiempo, de la discusión, y hay que proteger el
Trabajo. Esta diferencia de nivel, no es de nivel de dinero, o nivel de
influencias, sino es una diferencia de nivel de Ser. Nuestra mecanicidad
y el flujo del tiempo, es como el río, el río tiene su corriente y va
al océano, pero el Trabajo es contra la corriente. Necesita un constante
ir contra la corriente y contra esta bajada de nivel, necesita una
constante revaluación de valores. Entonces, aunque estoy bastante
tiempo en el Trabajo, necesito esta revaluación, no solamente en el
Trabajo sino en la vida también. Con el tiempo el Trabajo puede
convertirse también en una clase de rutina: voy cada vez, bueno, he
tomado un compromiso, pago la cuota, conozco a la gente, conozco a los
instructores...Pero esta rutina es el gran problema, porque si no
revalúo, entonces no puedo sentir realmente el Trabajo en el otro nivel
del que hemos hablado. Y esta rutina es lo que mata también en la vida,
por ejemplo, un matrimonio, la pareja comienza con un nivel muy intenso,
con ideales, y después se hace rutina. Hay una ley que está conectada
con ésto: la segunda ley termodinámica, que es lo que se conoce como
entropía, que significa que todo tiende a moverse hacia el calor, la
energía más barata en el universo, que puedo producir al mover la mano,
al hacer una pequeña fricción en el aire, pero inmediatamente después
ese calor se deshace y casi no lo puedo medir. Nicoll habla de ésto
con razón y dice que es el peligro en el Trabajo. Es como si pusiera una
jarra de agua caliente en una olla más grande con agua fría, esa agua
se va a enfriar. Y el Trabajo no debería enfriarse. No debería estar
bajo la influencia de la entropía. En realidad, mi vida tampoco. Por eso
deberíamos constantemente revaluar, constantemente ir contra la
corriente, contra este proceso entrópico.
VIDA Y TRABAJO (II)
Nos encontramos otra vez aquí con la Ley de Tres. Pero yo vivo en un
dualismo. Nicoll da un cuadro muy interesante: pone un cuadro de
personalidad con sus múltiples yoes, personalidad que es activa en la
vida, y en otro, la esencia, pasiva, sobre la cual debería trabajar. La
Tercera Fuerza, sería el Trabajo.
Pero cuando no hay Trabajo,
la vida misma es como un peso que mantiene ésto en balance, y actúa como
si fuera una tercera fuerza, una falsa tercera fuerza. Ese es nuestro
problema: la vida nos mantiene en ésto, las angustias de la vida, las
crisis de la vida, el hipnotismo de la vida, las circunstancias de la
vida, etc., eso me mantiene así. Y hace muy difícil un trabajo sobre la
esencia, una reducción de los múltiples yoes, para llegar a un yo más
unido. Sería necesario uma Tercera Fuerza que se conecte con las dos, y
eso sería el Trabajo. Entonces en este caso puede contrabalancear ésto
poco a poco hasta superar esta falsa tercera fuerza.
Pero si
hablo de Tercera Fuerza, entonces vemos otro problema de la relación
entre vida y Trabajo. La Tercera Fuerza es como un catalizador, y el
catalizador no interviene en el proceso, pero por su presencia, cambia
la polarización de los elementos. En este caso cambia, por su presencia,
la relación entre la personalidad activa y la esencia pasiva.
Entonces, este catalizador es no-intervención, no-imposición. Conocemos
gente que lee los libros y se impone inmediatamente ejercicios y cosas,
con mucha ambición; otros no se imponen nada, pero quién puede decir
que ve realmente en el Trabajo un catalizador, y tiene - no quiero decir
fe - , pero tiene la convicción que por la presencia del Trabajo, algo
cambia.
El Trabajo tiene naturalmente que activarse en la
forma de Observación de Sí o Recuerdo de Sí, entonces por su pura
presencia, por la pura presencia de la Observación de Sí o del Recuerdo
de Sí, algo cambia. Cambia, como hemos hablado otras veces,
alquímicamente.
Eso yo no lo creo, porque tengo una rara
ilusión en la vida: cuando hago algo, entonces algo debe pasar, algún
resultado debe tener. Pero, como dice en el Samkya, uno no debe buscar
los resultados, los resultados se producen. El señor Gurdjieff dice que
no se producen en el lugar donde uno lo espera, y siempre yo espero algo
cuando pago dinero, que me dan algo cuando pongo mi dinero en el prode,
espero ganarlo, etc., y así en el Trabajo también tengo esta
mentalidad: invertir en ganancia y no en pérdida, la ganancia es que
algo pasa. Entonces el gran problema que hay en el Trabajo es que cuando
ustedes se observan siempre piensan que algo debe pasar, que debe
mejorar mi situación en la vida, que me va a hacer la vida más fácil;
cuando me Recuerdo de mí mismo, voy a estar en un estado especial... Es
decir, no veo la esencia misma del Recuerdo, que es un catalizador, una
Tercera Fuerza que por su presencia puede equilibrar algo, neutralizar
algo en mayor grado.
Ese cambio, cuando la esencia se hace más
activa y la vida más pasiva, tiene un fenómeno que es muy conocido en
las enseñanzas auténticas, que es en realidad, al principio por lo
menos, uno debería empeorar, pero todos ustedes todavía albergan la
ilusión que con el Trabajo, tengo que mejorar inmediatamente. En
realidad no es mejorar sino hacerse más consciente. Yo puedo mejorar
indirectamente: al ser más consciente, voy a estar menos identificado,
menos negativo, entonces todo estriba en hacerse más consciente y no en
mejorar. Eso exige un entrenamiento, porque en la vida comprendemos que
muchas artes y las ciencias también, necesitan entrenamiento, esfuerzo.
En el Trabajo uno cree que las cosas se presentan sobre una bandeja, uno
no se entrena, porque observarse hay que hacerlo miles de veces sin
esperar resultados. Recordarse, hay que hacerlo también muchas veces,
sin esperar un resultado.
Hablando de Recordarse ¿cuál es
nuestro problema? La vida tiene su hipnotismo, nos hipnotiza
constantemente. En los libros del Trabajo se habla del hipnotismo de la
vida. Hipnotismo en el sentido que estoy identificado con los fenómenos
de la vida y no veo que puedo vivir en la vida sin ser de la vida, o
actuar en la vida sin ser de la vida o sin identificarme, y puedo en
realidad actuar mejor. Y podemos decir que el Trabajo deshipnotiza.
En la vida me olvido, me hipnotizo; en el Trabajo me deshipnotizo y
puedo despertar. Despertar con una nueva conciencia. El antídoto de la
Tercera Fuerza está ahí, pero hay que saber aplicarlo. Lo que en
realidad impide que esa Tercera Fuerza entre en mi vida y la compenetre,
es que vivo en el sí o no. Normalmente no llego a vivir en el sí y no.
Ahora voy a hablar brevemente de los topes. Los topes son esos
amortiguadores que me impiden ver mis contradicciones interiores. No
quiero ver, soy ciego a mirar algo fuera de los topes, entonces no puede
despertar mi conciencia moral.